La flotilla solidaria avanza hacia Gaza pese a las amenazas de los sionistas
La «Flotilla de la Libertad», integrada por siete barcos con ayuda humanitaria y que pretende romper el férreo bloqueo impuesto por Israel en la Franja de Gaza, tiene previsto alcanzar hoy su destino final, a pesar de las continuas amenazas del Estado sionista, que ayer ya anunció que impediría la entrada de los 750 participantes en la iniciativa, aunque para ello tenga que recurrir al uso de la violencia.Ruben PASCUAL |
«Nos encontramos a unas 200 millas de la costa de Gaza, esperando a que llegue el último barco, el Rachel Corrie, y esperamos llegar a nuestro destino mañana [por hoy], sobre el mediodía», informó a GARA por correo electrónico Manuel Tapial, miembro de la ONG Asociación Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría que está a bordo de la «Flotilla de la Libertad».
La expedición está compuesta por siete barcos [eran nueve, pero uno tuvo problemas técnicos y el otro no pudo salir «debido a un sabotaje», según Tapial] con unas 10.000 toneladas de ayuda humanitaria y 750 personas de sesenta nacionalidades distintas a bordo. Estaba previsto que alcanzaran ayer el enclave palestino, pero los problemas técnicos y logísticos les obligaron a retrasar los planes.
Durante varias horas, cinco de las naves tuvieron que echar anclas en aguas internacionales para esperar a treinta defensores de los derechos humanos, entre ellos doce europarlamentarios, cuyo viaje quedó bloqueado por las autoridades chipriotas la noche del viernes. Todos los participantes pudieron proseguir con el viaje, aunque acusaron al Gobierno de Nicosia de haber cedido a las presiones de los sionistas.
El objetivo de la iniciativa es romper el estricto bloqueo israelí a Gaza e introducir, según detalló la agencia Efe, material de construcción, educativo, medio millar de vehículos eléctricos para discapacitados y cien casas prefabricadas para quienes perdieron su vivienda en la operación sionista «Plomo Fundido» de hace año y medio, que dejó unos 1.400 palestinos muertos, en su mayoría civiles.
El Gobierno de Tel Aviv mantiene su cerco -aéreo, marítimo y terrestre- a la Franja con cooperación de Egipto y prohíbe la entrada de bienes como cemento o papel, alegando motivos de seguridad.
Las autoridades israelíes han amenazado en numerosas ocasiones con impedir de cualquier modo la llegada de la flotilla, algo para lo que llevan días preparadas. Argumentan que algunas de las organizaciones que participan en la iniciativa «financian grupos terroristas islamistas radicales».
«Intentaremos evitar de manera pacífica que se acerquen a la Franja de Gaza, pero si tratan de superarnos, les bloquearemos», dijo a AFP el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Yigal Palmor.
Centro de detención
Ante la inminente llegada de los activistas, los sionistas levantaron un centro de detención en el puerto de Ashdod, al norte de la franja palestina, e hicieron preparativos en la cercana prisión de Beer Sheva. Palmor matizó que los extranjeros serán entregados a la Policía de Inmigración para su deportación.
Tapial manifestó a GARA su deseo de que las autoridades israelíes «sean forzadas a respetar el derecho internacional y nos abran el paso cumpliendo con el deseo de la mayoría de ciudadanos del mundo».
«Las amenazas constantes que estamos recibiendo y las mentiras que el Gobierno israelí ha difundido para desprestigiar a la flotilla nos parecen intolerables», añadió.
En esa línea, se refirió a un eventual ataque y explicó que «si los barcos son atacados, podríamos estar hablando de piratería en el mar Mediterráneo, y en previsión de ello, solicitamos hace días al Gobierno español su protección sin obtener respuesta alguna, y eso que Israel viene hablando de capturar los barcos desde hace semanas».
Por ello, el activista español advirtió de que «el Gobierno [español] y la Unión Europea podrían haber actuado negligentemente con nosotros en relación a como han actuado en otros casos de piratería».
En la mañana de ayer, el primer ministro del Ejecutivo palestino que gobierno la Franja de Gaza, Ismail Haniye, indicó que si «la ocupación israelí se comporta como los piratas» y aborda la flotilla, la misión -la de mayor envergadura de este tipo- ya habrá sido un éxito.
«Si Israel impide a los barcos llegar a Gaza será un escándalo mediático internacional, lo que animará a más y más flotas a romper el bloqueo», dijo en una rueda de prensa en el lugar donde pretenden arribar los navíos.
Haniye habló de un «momento histórico para acabar con el cerco israelí» -que a su juicio está en «sus últimas horas»- y animó a los palestinos a «acudir masivamente a la bahía para recibir a la flotilla».
Israel, que calificó la iniciativa de chantaje, propuso que la flotilla deje la mercancía en uno de sus puertos para hacerla llegar a Gaza. Los activistas rechazan la propuesta porque «no les reconocemos el derecho sobre el territorio palestino; no hay que olvidar que Israel es un país ocupante que se ha otorgado el derecho a gobernar sobre Gaza y Cisjordania» y añadió que «si la comunidad internacional les deja, ya veremos dónde terminan ubicando sus fronteras».
En ese contexto, la responsable de la política exterior de la UE, Catherine Ashton, pidió ayer «contención y responsabilidad» a «todas» las partes.
Israel dijo ayer que no aplicará el acuerdo de la Conferencia sobre el Tratado de No-Proliferación Nuclear en relación al desarme y la creación de una zona libre de armas nucleares en Oriente Medio.
Aviones de combate israelíes llevaron a cabo, en la madrugada de ayer, seis incursiones en la Franja de Gaza. Testigos y funcionarios de los servicios de seguridad palestinos confirmaron a France Presse que no se han registrado víctimas.
Los sionistas atacaron en cinco ocasiones el sur de la Franja, cerca de Rafah, mientras que otra acción tuvo lugar en un barrio al este de la ciudad de Gaza.
El Ejército israelí, por su parte, confirmó sendos ataques para destruir un túnel al sur de la Franja y un taller de armas al norte de este enclave palestino.
Por otro lado, al menos seis palestinos murieron y otros doce resultaron heridos en un túnel de contrabando que se derrumbó tras una explosión accidental en la frontera entre Gaza y Egipto, informaron fuentes médicas.
Las fuentes aclararon que dos bombonas de gas explotaron mientras eran trasladadas por el túnel.
Los derrumbes son comunes en estos túneles, utilizados para el tráfico de diversos materiales desde Egipto a la Franja de Gaza, sujeta a un estricto bloqueo por parte de los sionistas desde junio de 2007. AFP