A falta del recuento de votos en los numerosos colegios de Praga y otras importantes ciudades del país, los conservadores del ODS, TOP 09 y del nuevo partido Cosa Pública, sumaban juntos anoche el 46% de los votos, según el resultado del recuento parcial de sufragios anunciado por la Oficina Estadística Checa. El Partido Socialdemócrata (CSSD) y los comunistas (KSCM) alcanzarían en total el 34%.

La participación se situó en el 62%, unos tres puntos por debajo de hace cuatro años, si bien es una cifra considerada «corriente para este país y en las democracias europeas», reconoció el Jefe de Estado, Vaclav Klaus.

El líder socialdemócrata y ex primer ministro, Jiri Paroubek, reconoció una implícita derrota al declarar que «el país va en otra dirección a la ofrecida por la socialdemocracia», a pesar de que su partido sería el ganador de los comicios, con casi el 23% de los sufragios. «Se ha preferido a los partidos políticos pequeños, algo muy distinto de lo que auguraban las encuestas», comentó Paroubek, como queriendo compartir con los institutos de opinión el mal sabor de la derrota.

El líder de los conservadores, Petr Necas, que obtuvo el 20% de los votos, considera que estos resultados «abren campo hacia una coalición de la responsabilidad presupuestaria». De este modo se refería a las duras políticas de ajuste, en la misma línea que lleva buena parte de Europa, que tiene previstas para el pueblo checo.

El presidente del también derechista TOP 09, el ex ministro de Exteriores Karel Schwarzenberg, que desbancó con el 16% de los votos a los comunistas, se felicitó precisamente por «haber conseguido, después de 20 años de la caída del régimen anterior, convertirse en tercera fuerza».

Con el 85% del escrutinio ya se podía certificar la salida de los verdes del Parlamento, tras obtener sólo el 2,3% de los votos. Todavía quedaba la incógnita de si a los democristianos les esperaba el mismo destino que a los verdes, ya que su apoyo se cifraba en ese momento en el 4,47%.

La reducción del déficit público ha sido uno de los principales temas de campaña en la República Checa, a pesar de que su economía se encuentra en mejor situación que la de sus vecinos de Europa Central.

En 2009, el PIB de la República Checa cayó un 4,2%. Sin embargo, se espera que este año crezca, quizá hasta un 1,4%. La deuda pública fue en 2009 de algo más de un 35% del PIB y su déficit presupuestario de casi un 6% del PIB. «La República Checa ha sido durante muchos años, entre los países de la OCDE, el último en correr el riesgo de caer en la pobreza gracias a nuestro generoso sistema social», explicaba un analista checo a Euronews.

El sistema social es donde el principal partido conservador, ODS, quiere hacer recortes asegurando que gracias a ello podrán reducir su déficit hasta el 3% en 2012 y conseguir el equilibrio presupuestario en 2017.