Aplicar una presión fiscal como la europea aportaría 5.300 millones más
El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz y el secretario de Política Social, Mikel Noval, denunciaron ayer que los recortes que José Luis Rodríguez Zapatero, Patxi López y Miguel Sanz han puesto sobre la mesa destruirán empleo y perjudicarán a quienes menos recursos tienen. Para ambos. la solución, «sin tener que aplicar recortes», pasa por equipararse a la presión fiscal media de la UE, lo que permitiría a Hego Euskal Herria contar con otros 5.300 millones más.
Juanjo BASTERRA
ELA constata que los gobiernos español y los autonómicos de Hego Euskal Herria «se han plegado a los intereses de la élite económica» en cuanto a poner en marcha medidas de recortes sociales, «que generarán destrucción de empleo», para que la «crisis la paguemos quienes no hemos tenido nada que ver». Denunciaron que todavía «no se conocen con exactitud los recortes que se van a producir» y afirmaron que «se ha eliminado el debate social, para evitar que queden en evidencia, porque existen recursos económicos, lo que ocurre es que están en pocas manos».
Adolfo Muñoz, «Txiki», secretario general, y Mikel Noval, secretario de Política Social, criticaron con dureza los recortes sociales que José Luis Rodríguez Zapatero, Patxi López y Miguel Sanz han puesto sobre la mesa porque «destruirán empleo» y «porque sólo benefician a los poderosos». En este sentido, ELA antepone a los recortes sociales y a la destrucción de empleo, una política fiscal acorde con la media de la Unión Europea. Situar la presión fiscal en los mismos niveles de la media europea, no tan progresiva como los países del Norte, permitiría a las haciendas de Hego Euskal Herria recaudar 5.300 millones anuales -4.000 millones en la CAV y 1.300 millones más en Nafarroa- y 90.000 millones más en el Estado español, a juicio de ELA. «Supondría terminar con el déficit y, por otro lado, actuar en favor de la protección social, que van a reducirla más con la disculpa de la crisis. Lo que ocurre en este momento es que quienes no pagan impuestos son los que están marcando la agenda política. Durante el período de crisis que estamos sufriendo todavía no hay una sola acción que afecte al poder económico. Es un escándalo», precisó Txiki Muñoz.
Los responsables sindicales afirmaron que si en «una sociedad que, ante esta grave situación que padecemos, no abre el debate es que no hay democracia» y señaló que «la clase política en general está de acuerdo en que no se produzca ese debate social, porque sólo se preocupan de quien ocupará el sillón». Según Mikel Noval, «el lehendakari no hizo propuesta alguna de modificación fiscal e, incluso, llega a decir con claridad que no se debe tomar ninguna medida en el ámbito vasco, con el recurrente y falso argumento de que podría ser perjudicial. Sigue sin haber compromiso por parte de las diputaciones en cuanto a un nuevo modelo de fiscalidad y se sigue sin abordar el fraude fiscal. De las medidas anunciadas -concretó- se desprende que los sacrificios se nos imponen a los siempre, a los trabajadores y a los pensionistas».
ELA recuerda que el Gobierno de Lakua ya ha fijado la destrucción de 300 empleos, porque no se van a cubrir las vacantes ni tampoco el 8% de las sustituciones. Entiende que entre las medidas adoptadas hay varias graves como la intervención sobre las pensiones, que la mayor parte están por debajo del umbral de la pobreza. También «se ha eliminado el período transitorio de acceso a una pensión. Eran necesarios 15 años cotizados para percibir pensión, pero se amplió a 17,5 años con la última reforma, aunque había un período transitorio que se ha eliminado con el decreto ley de Rodríguez Zapatero», dijo Noval.
El Gobierno español, la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT acordaron ayer continuar con las negociaciones para reformar el mercado de trabajo durante esta semana y «algún día más de la próxima». Según informaron a Efe fuentes de la negociación, en la reunión de ayer se mantuvieron las «diferencias importantes», por lo que el acuerdo sigue siendo «bastante difícil». En la mesa de negociación se volvió a sentar el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, con el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez. La reunión fue continuación de la del pasado sábado, en la que también los máximos dirigentes de Trabajo y de los agentes sociales decidieron sustituir a sus negociadores habituales para impulsar el acuerdo. En un comunicado conjunto, el Gobierno, la CEOE y CCOO y UGT consideraron que, a pesar de las diferencias , todavía hay margen para llegar a un acuerdo sobre la reforma del mercado de trabajo, que se centra básicamente en el abaratamiento del despido. En el comunicado reiteraron que seguirán reuniéndose en los próximos días, aunque no concretaron si se han fijado una nueva fecha tope para finalizar las negociaciones. Tampoco se especifica si Corbacho y los máximos líderes empresariales y sindicales seguirán llevando las conversaciones o volverán a delegar en los negociadores habituales.
Por su parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, advirtió de que, haya o no acuerdo con los agentes sociales, la reforma laboral estará en marcha antes de que acabe junio. GARA