Dinero y mejora contractual son aspectos que influyen primordialmente a la hora de que un futbolista decida cambiar de aires. No en vano son profesionales que viven, tanto ellos como sus familias, de esto de darle patadas a una esfera de cuero. En algunos casos, distancia respecto a los orígenes y afición son factores añadidos que inclinan la balanza de un lado u otro.

Es lo que parece haber sucedido con Fernando Soriano, fichaje rojillo para la próxima temporada, tal y como lo reconoció el propio jugador en su primera comparecencia pública. «El prestigio que tiene este club, su organización, el campo... Venir a jugar como rival es algo que impone, poder vivirlo como local es un punto importante para mí. La intensidad y garra con la que se viven aquí los partidos, en pocos sitios de España», adelantó el jugador.

Incorporado a la disciplina osasunista para las dos próximas campañas, con opción a una tercera si juega la mitad de los encuentros de la segunda, el futbolista también lidió ante la prensa con su condición de maño y la encarnizada enemistad entre las aficiones de Osasuna y Zaragoza. «La rivalidad es máxima y, desde ahora, el Zaragoza será mi rival, no puedo decir otra cosa. Cuando vayamos allí, iré a jugar a muerte, y cuando vengan aquí, pues lo mismo».

Soriano llevaba cinco temporadas en el Almería y fue en la pasada y última cuando dio su mejor rendimiento, anotando siete dianas. «Es cuestión de rachas, como en el equipo se marchó Negredo, pues la capacidad anotadora nos la repartimos entre el resto de compañeros, aunque la verdad es que nunca antes había anotado tantos goles en Primera», confesó.

«Trabajo y sacrificio»

De carácter ofensivo, el nuevo centrocampista rojillo prefirió no mostrar predilección por una determinada ubicación en el campo. «No tengo preferencias, nos pagan por entrenar y jugar el domingo es un premio a ese trabajo. Que el míster me vea entrenar y ya decidirá qué es lo mejor para el equipo», indicó con profesionalidad.

En cualquier caso, el futbolista manifestó que por su parte no van a faltar «trabajo, sacrificio y compromiso», aportando, una vez llegado a la treintena, «experiencia», además de «llegada y constancia».