A raíz del rechazo del Parlamento de Iruñea a la propuesta para crear un equipamiento público de atención a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, el centro de atención LGBT de Nafarroa Kattalingorri y los grupos Ilota Ledo y Lumatza insisten en la necesidad de un equipamiento de estas características.

Recuerdan que Kattalingorri es el único espacio en Nafarroa que, desde hace una década, lleva adelante una «importante» labor de sensibilización social, ofreciendo información y apoyo a la población lesbiana, gay, bisexual y transexual, gracias al trabajo «desinteresado» de personas voluntarias y «exiguas subvenciones con las que la administración navarra trata de lavarse las manos». «Entendemos -defienden- que este servicio debería ser público».

Además, subrayan que este año se les ha denegado toda ayuda económica, como a otros colectivos y asociaciones. Pero lo que les resulta criticable es que PSN, UPN y CDN hayan vetado la propuesta de NaBai para crear un servicio público de atención a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT). Así, critican la postura del PSN, de negar su apoyo al estimar que hay que preservar el «derecho a la intimidad».

Dirigiendose a la parlamentaria de PSN Amanda Acedo le dicen: «Se equivoca señora Acedo: a la sociedad le importa, y mucho desgraciadamente, con quién nos acostamos y qué tipo de uniones establecemos, porque sino no se tomaría tantas molestias en invisibilizarnos y estigmatizarnos. Le recordamos -añadieron- la reivindicación histórica del movimiento feminista que hacemos nuestra: lo personal es político. Y social, por supuesto».

A UPN le responden que no vale con que otorgen una ínfima subvención para decir que la administración ya dispone de estos servicios. A CDN, van más allá, al denunciar que se gasten cientos de millones en grandes macroproyectos y no haya dinero para este servicio.

«Pero lo más grave -inciden, lo que nos indigna especialmente, es que han vetado el trámite de la propuesta de manera que ni siquiera han permitido el debate. Esto demuestra la doble moral de la mayoría de representantes políticos, que aprueban propuestas y declaraciones contra la homo/lesbo/transfobia, pero a la hora de dar pasos firmes y adquirir compromisos serios, se echan atrás».