Sangriento ataque israelí a la solidaridad
Israel convierte en un baño de sangre el viaje a Palestina de una flotilla humanitaria
Soldados israelíes abordaron a sangre y fuego la flotilla que transportaba ayuda humanitaria a la cercada Gaza, provocando al menos 19 muertos. Los supervivientes fueron trasladados al puerto de Ashdod, donde permanecen completamente incomunicados.
GARA | ASHDOD
Al menos 19 pasajeros murieron ayer como consecuencia del asalto de comandos israelíes, que abordaron en aguas internacionales una flotilla humanitaria que se dirigía a Gaza, según informó France Presse citando a la televisión israelí Canal 1o, que añadió que el balance de heridos ascendía a 26.
Entre los heridos, según Al-Jazeera, se encuentra el jeque Raed Salah, líder del movimiento islamista en los Territorios de 1948. Su identidad fue una de las pocas que transcendió, ya que el Ejército israelí impuso un férreo bloqueo informativo y no dio datos ni sobre la identidad de los fallecidos y heridos ni sobre en qué condiciones se encontraban los alrededor de 700 activistas que ocupaban los barcos abordados, que fueron desviados al puerto de Ashdod, situado entre Tel Aviv y Gaza.
Las informaciones que Israel difundió se limitaron a justificar la agresión, señalando que los ocupantes de los buques atacaron a los soldados.
«Los soldados fueron atacados al llegar a uno de los buques. La organización IHH, que está detrás de este barco rebelde, es un grupo violento y radical», declaró el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, responsable político de la matanza de Gaza del año pasado.
Las imágenes que grabaron una televisión turca y Al-Jazeera en el momento del abordaje desmienten a Barak, ya que en ningún momento muestran a los ocupantes del barco con armas. «Izamos la bandera blanca. Pero ellos dispararon contra nosotros. Esto es una guerra. Llamamos al pueblo de Israel a detener todo esto», declaró una activista turca a bordo del «Mavi Marmara», el principal buque de la flotilla. Israel, posteriormente, difundió varios vídeos en los que supuestamente aparecían activistas golpeando a soldados con palos, en un intento de justificar el elevado balance de muertos.
Pese a las palabras de Barak, IHH es una organización caritativa musulmana que se fundó en 1994 para ayudar a las víctimas islámicas de la guerra de Bosnia e hizo una gran labor para difundir la masacre de Srbrenica. Su labor se centra en aprovechar el zakat o limosna, uno de los pilares del Islam, para enviar ayuda a los musulmanes, especialmente a Chechenia, Cachemira y Palestina. Sería el equivalente a Caritas en el mundo católico.
Junto a IHH, integraban la flotilla la Campaña Europea para Acabar con el Asedio a Gaza (Ecesg), las campañas griega y sueca de Barco a Gaza y Free Gaza Movement.
Manuel Espinar, presidente de la Asociación Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría del Estado español y padre de Manuel Tapial, activista embarcado en el «Mavi Marmara» a quien inicialmente dieron por muerto, destacó que habían advertido al Gobierno español y a la UE de las intenciones de Israel de abordar la flotilla y que hicieron caso omiso. «El Gobierno [español] y la UE son culpables», subrayó Espinar.
«Las armas de destrucción masiva que llevaba la flotilla eran las mismas que tenía Irak antes de la guerra», declaró Espinar, desmintiendo las acusaciones formuladas desde Israel.
El portavoz del ministerio israelí de Asuntos Exteriores, Higal Palmor, justificó ayer la matanza de dos decenas de activistas en aguas internacionales apelando a un «estado de guerra» con Gaza que nunca se ha declarado. «El derecho internacional autoriza a imponer un bloqueo cuando existe un estado de guerra», señaló, en declaraciones telefónicas a GARA, en las que insistió que «las leyes internacionales nos amparan en el momento en el que los barcos mostraron una clara intención de violar el bloqueo».
El portavoz del Exteriores, una cartera que en estos momentos ocupa el ultraderechista Avigdor Lieberman (Israel Beitenu), insistió en la versión oficial, que dice que fueron los activistas quienes atacaron a los militares cuando éstos abordaban a la flotilla. «Lo que ha pasado es que unos militantes prepararon una agresión contra los soldados. Nada más llegar les han atacado con machetes, con pistolas y éstos tuvieron que defenderse. Hemos pedido públicamente otras opciones para solucionar pacíficamente la situación», aseguró. En este sentido, señaló que «ocho soldados están heridos, al menos dos por disparos». No obstante, Tel Aviv no ha mostrado ninguna prueba que lo avale.
Palmor también tuvo palabras de amenaza para Turquía, de donde procedían tres de los seis barcos y que ayer anunció que escoltaría a una nueva flotilla. «Si los turcos deciden una iniciativa como ésta será que optan por un conflicto entre estados. No creo que estén dispuestos a dar ese paso», dijo, tras anunciar que en los próximos días pondrán en marcha una ofensiva diplomática para contrarrestar la oleada de condenas. Alberto PRADILLA
