Con la vista puesta en el acto convocado este sábado, a las 17.30, en el pabellón Anaitasuna de Iruñea, la secretaria general de LAB hizo público ayer en Bilbo una reflexión acerca de la situación política y económica en Euskal Herria, en la que no se obvia el papel fundamental que le va tocar jugar al independentismo en la defensa de los intereses de la mayoría social trabajadora del país. Ainhoa Etxaide subrayó que la crisis económica ha dejado al descubierto el agotamiento de los modelos económicos y políticos imperantes, lo que obliga a acometer un debate real para fijar objetivos y compromisos de futuro.

«Ese debate en el Estado español -apuntó-ni se aborda, ni parece que se quiera abordar. Hay un problema real de desarrollo económico que está totalmente agotado, un problema estructural que está totalmente ligado al modelo territorial». Etxaide añadió que la única discusión que se impulsa en clave española es cómo abordar «las medidas antisociales aprobadas por el Gobierno y sigue sin abordar el debate real. Euskal Herria -advirtió la líder sindical- no puede quedar diluida en ese debate y se le está arrastrando en esa realidad del Estado español», en la que no se cuestiona el modelo económico sino que todo se mueve por el juego de la alternancia política y el desgaste al oponente.

La secretaria general de LAB manifestó que «Euskal Herria debe ser capaz de articular su propio debate sobre el modelo económico y político, que le permita abordar esta crisis con capacidad de tomar decisiones estructurales para salir de esta crisis».

La reflexión de Etxaide fue en la línea del documento del Nazio Biltzarra -máximo órgano del sindicato entre congresos-, en el que se constata «la trampa política de un estatutismo que sólo sirve para duplicar administraciones, crear un enorme ejército de altos cargos políticos para alimentar intereses de partido, favorecer un clientelismo empresarial a la sombra de las instituciones, desarrollar proyectos faraónicos para engordar intereses privados,... pero luego no se puede decidir sobre las pensiones, las normativas laborales, las ayudas al desempleo, la formación, el SMI, el desempleo, la responsabilidad del cuidado de las personas».

«La transición está agotada y el abertzalismo no puede seguir anclado en el actual marco jurídico-político», remarcaron especialmente desde la central, cuando es el independentismo el sujeto capaz de «forzar un cambio político y social desde el respeto a la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca».

La soberanía, una necesidad

Ante un escenario de «crisis generalizada», LAB estima que «la soberanía plena en la senda independentista es una necesidad colectiva». De ahí que Ainhoa Etxaide apostó por configurar «un movimiento independentista capaz de disputar poder político a los estados. Tiene que ser capaz -reiteró- de articular alianzas políticas para aglutinar las fuerzas de todo el sector que ve en la independencia su apuesta de futuro».

La central abertzale apuesta y exige «una segunda transición política en Hego Euskal Herria y una nueva institucionalización en Ipar Euskal Herria en el marco de una nueva fase global en el proceso de liberación nacional y social Una fase con una base común: respeto al marco vasco de decisión política y económica». Además, confiesan estar convencidos de que «el espacio socioeconómico vasco, desde la constitución de un Estado, tiene una gran virtualidad y potencialidad estratégica».

«La constitución del Estado vasco no va contra nadie. No queremos muros en el Ebro o en el Atturri. Queremos compartir, cooperar,... desde el desarrollo, en todas sus dimensiones, de un proyecto nacional vasco», aclaran. Por ello, el Nazio Biltzarra de LAB se reafirma «en su compromiso y disposición de ser parte de un gran movimiento popular independentista y de cambio social», que no es una quimera, y cuyas bases se han ido apuntalando en los últimos meses. «Consideramos necesario abrir una nueva fase en el proceso de liberación nacional y social», remarcan.