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Semifinales del Manomanista

Por ambición que no quede

Xala dice que este año quiere ganar la txapela y Asier Olaizola confía ciegamente en sus posibilidades.

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Jon ORMAZABAL I

La fortaleza sicológica nunca ha sido el punto fuerte de Xala ni de Asier Olaizola, pero los buenos resultados y el hecho de haberse colado en semifinales parece haber llenado de confianza y ambición a los dos pelotaris que el sábado lucharán por hacerse con un puesto en la final.

Así, sorprendió escuchar a un pelotari tan comedido como Xala ser tan directo al señalar que, «este año quiero ganar la txapela. Estoy contento y disfruto jugando. Luego veremos cómo me sale el partido frente a Asier. Primero tengo que ganar el sábado y luego la final».

Asier Olaizola, por su parte, quiso que el peso del favoritismo recaiga en el lapurtarra, pero se reivindicó al declarar que «yo también estoy en semifinales por algo». Eso sí, hasta la fecha, el de Goizueta a visto a su rival del sábado «sobrado». «Los tres partidos que ha ganado lo ha hecho muy fácil y además se le ha visto sobrado de juego, haciendo las cosas muy fáciles».

Los precedentes para Asier

Xala, sin embargo, rehuyó de ese cartel de favorito que le quieren poner y utilizó el argumento de los precedentes individuales entre ambos. «Me encuentro bien. En los últimos entrenamientos he tenido buenas sensaciones, pero por ello no me considero favorito. Asier Olaizola está acostumbrado a jugar en el Labrit y creo que todas las veces que nos hemos enfrentado en el frontón Labrit ha ganado él», señaló.

En total, han sido dos los enfrentamientos mano a mano entre ambos. El más reciente fue en el Cuatro y Medio de 2008, en el que el de Asegarce se impuso por 22-18, y ya en toda la cancha se midieron en 2003, 22-19 en el Labrit.

No obstante, Asier Olaizola es consciente de que el Xala actual, tras ganar la txapela del Parejas, no tiene nada que ver con aquel que, tras perder la final de 2004 ante Martínez de Irujo, ha deambulado por el Manomanista. «Es un pelotari muy incómodo, su juego se basa en el saque-remate y en el juego de aire, lo que pasa es que es muy complicado quitarle porque es zurdo. Pero además es muy peligroso con su volea de derecha. Siempre juega muy encima de ti y no le puedes hacer muchas dejadas pero intentaré que juegue a bote y a ver lo que pasa», explicó el de Goizueta.

En cuanto al material, el pelotari navarro quedó completamente satisfecho con lo que encontró en el cestaño, no así el de Lekuine, que buscó pelotas con salida de frontis y de medio bote en el suelo y que terminó decantándose por una de las presentadas por Asegarce.

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