Los talibán lanzaron ayer varios ataques, con cohetes y kamikazes, en Kabul coincidiendo con la apertura de la tercera jirga o asamblea tribal organizada por el Gobierno títere con el objetivo discutir las formas de frenar la insurgencia en Afganistán.

Dos kamikazes fueron ejecutados por las fuerzas de seguridad, que capturaron a un tercero, según los organizadores de la jirga, y dos personas -una de ellas civil- resultaron heridas por el lanzamiento de cohetes. Los atacantes iban vestidos con burka, según el Ministerio de Interior.

El trabajo de la asamblea tribal, un encuentro consultivo con participación de representantes de las tribus y de la sociedad civil bajo una gran carpa en una universidad de la capital, no se vio interrumpido.

Un fotógrafo de AFP constató que cinco cohetes habían explotado, uno cerca de un gran hotel junto al campus de la Universidad Politécnica y el otro cerca del edificio universitario.

Las primeras explosiones se escucharon cuando el presidente Hamid Karzai pronunciaba su discurso de apertura, brevemente interrumpido.

En una llamada telefónica a AFP, los talibán, que consideran esta jirga «propaganda de fuerzas invasoras», se atribuyeron la responsabilidad de los ataques.