sangriento ataque sionista a la solidaridad
Los integrantes de la flota comienzan a volver a casa
El Gobierno irlandés exigió a Israel que no ataque al buque «Rachel Corrie», que formaba parte de la flotilla abordada sangrientamente, y que le permita llegar a Gaza. Durante la jornada de ayer, los integrantes de la comitiva comenzaron a llegar a sus países de origen después de que Israel decidiera deportarlos a todos. Entre las reacciones internacionales, destaca la de Nicaragua, que anunció que rompe sus relaciones diplomáticas con Israel, quien mantiene la férrea censura sobre la identidad de los fallecidos en el abordaje.
GARA |
El Gobierno irlandés exigió ayer a Israel que deje pasar al buque fletado por una organización irlandesa y que se dirige a Gaza. «Repito mi llamamiento urgente al Gobierno israelí para que autorice un trayecto seguro del buque irlandés «Rachel Corrie». Es necesario que no haya más enfrentamientos o derramamiento de sangre de quienes únicamente están llevando a cabo una misión humanitaria», declaró el ministro irlandés de Exteriores, Micheal Martin.
El «Rachel Corrie», bautizado en honor de una pacifista estadounidense a la que mataron los soldados israelíes en marzo de 2003, formaba parte de la flotilla internacional que se dirigía a Gaza y fue abordada por Israel en aguas internacionales, pero se demoró.
«En estos momentos, se encuentra en el mar Mediterráneo y se dirige a Gaza. Queremos que nos garanticen que podremos llegar con seguridad», explicó a France Presse Niamh Moloughney, de Free Gaza Ireland. El «Rachel Corrie» se encontraba ayer navegando entre la isla griega de Creta y el norte de África. Entre sus ocupantes se encuentra Mairead Maguire, que fue galardonada con el premio Nobel de la Paz.
Por otra parte, Israel deportó ayer a la totalidad de los ocupantes de los barcos secuestrados el lunes en aguas internacionales. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reconoció que se adoptó esta decisión renunciando al plan inicial de procesar y encarcelar a los activistas por «entrada ilegal en Israel».
«Es cierto, hay una presión internacional y críticas a nuestra política. Pero hay que comprender que es vital para nuestra seguridad preservar la seguridad de Israel y su derecho a defenderse», declaró a defenderse.
Los activistas turcos, europeos y estadounidenses fueron embarcados en aviones hacia Estambul, desde donde estaba previsto que partieran hacia sus lugares de origen. Los ciudadanos de países árabes que no mantienen relaciones diplomáticas con Israel fueron deportados hacia Jordania. El primer avión con activistas turcos despegó de Tel Aviv a las 21.00 [20.00, en Euskal Herria]. Otros cuatro aviones turcos despegaron a las 23.00 [22.00, en Euskal Herria], llevando en su interior activistas heridos. El primer avión llegó a Ankara a las 23.15 [22.15, en Euskal Herria].
En la plaza Taksim de Estambul más de 10.000 personas se congregaron para recibir a los activistas turcos.
Las críticas al abordaje israelí llegaron a la propia Knesset (Parlamento), donde la diputada de la formación palestina Balad Hanin Zoabi, que se encontraba en la flotilla y fue puesta en libertad gracias a su inmunidad parlamentaria, denunció la operación.
La diputada del ultranacionalista Israel Beitenu, Anastassia Michaeli (nacida en Rusia en 1975), subió al estrado y trató de arrancar el micrófono a Zoabi para impedirle hablar mientras otros diputados le gritaban «traidora» y «enemiga».
«Veremos qué te pasa después de una semana en Gaza, veremos cómo tratan allá a una solterona como tú de 38 años. Eres la última que puedes darnos lecciones morales», profirió Yohanan Plesner, parlamentario de Kadima nacido en Inglaterra, que curiosamente tampoco está casado y tiene también 38 años.
El Ministerio turco de Justicia, por su parte, está analizando la posibilidad de emprender acciones judiciales contra Israel por su mortal abordaje, según informó ayer la agencia Anadolu.
Esta acción del Gobierno turco se sumaría a las denuncias que han presentado asociaciones como la asociación islamista de derechos humanos Mazlum-Der, que ayer acudió a los tribunales de Estambul para que el presidente israelí, Shimon Peres; el primer ministro, Benjamin Netanyahu; y el jefe del Estado Mayor, Gabi Ashkenazi, sean juzgados por asesinato, tortura y toma de rehenes.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU decidió, con la oposición de EEUU, enviar una misión de investigación independiente para analizar las violaciones del derecho internacional cometidas por Israel.
Nicaragua rompe relaciones
El Gobierno de Nicaragua (sandinista) suspendió el martes las relaciones diplomáticas con Israel en protesta por «el criminal asalto» contra la flotilla humanitaria, según informó Rosario Murillo, portavoz del Ejecutivo.
Además, reafirmó «el apoyo incondicional de Nicaragua a la lucha del pueblo palestino para lograr su derecho inalienable a vivir en paz y seguridad en su propio territorio».
Israel, por su parte, acusó ayer a Hamas de impedir que se envíen a Gaza las toneladas de material humanitario que permanecen en el puerto de Ashdod.
Taher al-Nunu, portavoz del Gobierno de Gaza, destacó que corresponde a Turquía coordinar la entrega.
El ministro gazatí de Asuntos Sociales, Ahmad al-Kurd, exigió a Israel que «no robe el material de los activistas, y esto incluye las casas prefabricadas, el cemento, el hierro y los generadores eléctricos», en referencia a los productos que el Estado sionista impide que lleguen habitualmente a Gaza.
La portavoz del Ejército israelí, la coronel Avital Leibovitz, informó de que se habían cargado 20 camiones con material médico, ropas, mantas y juguetes. «Desgraciadamente, en estos momentos los palestinos no quieren aceptar esta carga y los camiones no pueden llegar a Gaza», señaló la coronel Leibovitz, que no hizo ninguna referencia a los productos señalados por Al-Kurd. Tampoco mencionó la existencia de supuestas armas halladas en los buques, pese a que Israel justificó el abordaje en este aspecto.
Censura total
Israel tampoco ofreció ayer ninguna información sobre la identidad de los fallecidos en el ataque ni sobre su número. En comunicados anteriores cifró la cantidad de fallecidos en nueve.
Medios de comunicación turcos señalaron que cuatro de esos nueve fallecidos eran ciudadanos de ese país, pero no hubo confirmación oficial israelí.
Un año después de su discurso en El Cairo, Barack Obama ha mejorado la imagen de su país pero su mensaje a los musulmanes no cuaja debido a los estrechos lazos de Washington con Israel, que han quedado una vez más en evidencia en el asunto de la flotilla de Gaza, estiman los expertos en el mundo árabe.
Tras el discurso pronunciado el 4 de junio de 2009, «algunos pensaron que era sincero, otros que no lo era», señala Imad Gad, del Centro Al-Ahram de Estudios Políticos y Estratégicos de El Cairo.
La reacción estadounidense apoyando a Israel a pesar de la indignación mundial tras el sangriento asalto de las fuerzas israelíes «ha inclinado la balanza hacia quienes pensaban que sólo era retórica», añade Gad.
Washington ha actuado en la ONU a favor de una declaración que evitase culpar explícitamente a Israel de lo ocurrido.
Las medidas reacciones estadounidenses hacia el Estado hebreo han puesto también en evidencia las privilegiadas relaciones entre los dos países, una de las principales quejas del mundo árabe hacia EEUU.
En este contexto, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, anunció ayer que pedirá al presidente estadounidense que tome «decisiones valientes para cambiar el aspecto» de Oriente Medio.
Para Antoine Basbous, del Observatorio de los Países Árabes de París, este asunto puede relanzar el extendido sentimiento de que «EEUU es el padrino internacional de Israel».
Pero también destaca que Washington ha sabido, desde el discurso del presidente Obama, «evolucionar» en el sentido deseado por el mundo árabe y musulmán.
De este modo, ha abandonado la referencia a «la guerra contra el terrorismo» de su predecesor George W. Bush, que era percibida como un pretexto para una política hostil al Islam.
Washington también ha apoyado, para desazón de Israel, el acuerdo de la Conferencia de Seguimiento del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), que ha puesto sobre la mesa las actividades nucleares del Estado hebreo, destaca Basbous.
Tras un año, los países árabes moderados «consideran que hay una inflexión» en bastantes puntos de la política estadounidense, aunque reconocen que «no ha habido milagros».
Deseoso de romper con Bush, Obama llamó desde la capital egipcia a crear una nueva relación con el Islam. Christophe DE ROQUEFEUIL (AFP)