Los riesgos sicosociales como el estrés, el acoso laboral y sexual preocupan cada vez más a las empresas, según se desprende de las primeras conclusiones de la mayor encuesta realizada en Europa sobre salud y seguridad en el ámbito laboral, pero no ponen medios para remediar esos riesgos.

La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo avanzó en Barcelona, en el marco de una conferencia para evaluar la estrategia europea de Seguridad y Salud Laboral 2007-2012, los datos sobre una macroencuesta sobre los riesgos sicosociales. Según los resultados, cuatro de cada cinco empresarios europeos expresa preocupación por el estrés laboral, según revela la encuesta europea de empresas sobre riesgos nuevos y emergentes (ESENER). Coloca a este factor en el mismo nivel de importancia para las compañías que los accidentes en el lugar de trabajo (79%). Sin embargo, sólo una cuarta parte (26%) de las empresas adopta actuaciones para evitar el estrés. En el sector de la Sanidad y la Asistencia Social, el 91 % de las empresas considera el estrés una causa de preocupación y en la Educación, un 84 %.

El director de la agencia, Jukka Takala, añadió que «en cualquier caso, a pesar de este elevado grado de preocupación, es bastante inquietante que sólo el 26 % de las empresas de la UE haya aplicado procedimientos para combatir el estrés. La encuesta Esener subraya la importancia de prestar una ayuda eficaz para que las compañías aborden este problema, lo que será crucial para garantizar una población activa productiva y sana, capaz de impulsar el rendimiento y la competitividad económicos de Europa».

Dificultades

La encuesta indica que el 42% de los directivos de las empresas considera más difícil la gestión de los riesgos sicosociales que otros problemas de salud y seguridad. De acuerdo con los análisis, los principales obstáculos para abordar con eficacia los problemas sicosociales son «lo delicado de la cuestión (53%) y la falta de sensibilización (50%)». Entre los resultados de la encuesta, destaca que la participación de los trabajadores constituye un factor clave en la gestión de la seguridad y la salud en los centros de trabajo. Sin embargo, existen empresas que impiden que los trabajadores tomen parte.

De la encuesta Esener se desprende que en los lugares de trabajo que cuentan con representación formal de los empleados se dan muchas más probabilidades de aplicar con éxito medidas de salud y seguridad. «Es el caso, en particular, de los entornos laborales pequeños, en los que constituye un desencadenante para la gestión eficaz de los riesgos sicosociales». Según indica la Agencia Europea, el 84% de las empresas con representación formal in situ de los trabajadores tienen una política o un plan de acción en materia de salud y seguridad en el trabajo, en comparación con sólo el 71 % de las compañías sin representación formal.

Asimismo, la frecuencia con la que se aplican las medidas para abordar riesgos sicosociales, como la violencia, el estrés y el acoso moral es el doble en las empresas que consultan a sus trabajadores que en las que diseñan sus medidas sin la participación de los empleados.

Jukka Takala expresó con rotundidad que el tamaño de las empresas no implica que en las más pequeñas se deba descuidar el riesgo sicosocial. Animó a las empresas a garantizar unos puestos seguros y saludables.