Bobadas alpinas
¿Hacia dónde?
Kike DE PABLO | Alpinista
¿Cuál es el por- venir del alpinismo? Bien, en realidad no me importa demasiado. Por lo menos en cuanto a entidad abstracta. Me importan –a diferentes niveles, en diferentes momentos– las actividades concretas que realizan personas concretas. Me importan, cómo no, las actitudes absurdas, estúpidas y decepcionantes que acompañan a veces su práctica. Pero, dejando aparte el aspecto más sociológico de la cosa, ¿hacia donde evoluciona el alpinismo? A decir de Messner evolucionará hacia una mayor asunción de riesgo, lo cual es decir poco pues siempre ha sido así. En una época, en donde el nivel de dificultad pura alcanzado en escalada en roca y hielo es enorme, prácticamente sólo queda el riesgo y la exploración, esta última al nivel que sea, a la escala que sea, en este planeta en donde el desconocimiento de sus rincones es casi ya una materia personal. Y no es lo mismo la evolución en el mundo de la roca deportiva que en el mundo de las expediciones comerciales al Everest por la vía normal. La primera va en busca del grado máximo, la segunda en busca de records: más viejo, más joven, más...Y siempre el riesgo ha estado presente, como acicate, como barrera a superar, como expresión de una actitud personal.
¿En donde arriesgó más el joven norteamericano Johnny Strange? ¿El año pasado en la cumbre del Everest con sus 17 añitos, o cuando le pillaron hace algunas semanas “surfeando” de pie sobre el techo de un BMW todo terreno lanzado a toda marcha por las calles de Malibú?