La Unión Europea instó ayer al Estado español a culminar cuanto antes la reforma del mercado laboral y del sistema de pensiones para acelerar la reducción del déficit y la deuda y calmar así a los mercados.

Los ministros de Economía de la UE examinaron el plan de ajuste español y portugués, un día después de que el Eurogrupo pidiera a ambos estados que preparen medidas de consolidación adicionales en 2011 y los años siguientes para cumplir sus objetivos de déficit. «España está actualmente preparando una reforma sustancial del mercado laboral y también una reforma importante del sistema de pensiones. Le animo a que prosiga estas reformas», dijo a este respecto el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, al término de la reunión.

Rehn volvió a destacar que las nuevas medidas de ajuste adoptadas por Madrid son «sustanciales» y elogió «el compromiso del Gobierno español de hacer todo lo que sea necesario para alcanzar los nuevos objetivos de consolidación fiscal», es decir, para recortar el déficit desde el 11,2% de 2009 hasta el 6% en 2011 y volver a situarse por debajo del umbral del 3% en 2013. No obstante, se reservó su dictamen final sobre el plan de Zapatero hasta el 15 de junio.

Mucho más explícito fue el lunes el primer ministro luxemburgués, Jean Claude Juncker, quien afirmó tras la reunión del Eurogrupo que «será necesaria una consolidación adicional más allá de 2011, así como más progresos en las reformas estructurales» por parte de Madrid y Lisboa. «Los dos países se han comprometido a tomar acciones en este sentido y están también trabajando en medidas adicionales, si son necesarias, para alcanzar los objetivos de déficit en 2011», declaró.

Algo que confirmó la vicepresidenta económica de Zapatero, Elena Salgado, quien se comprometió ante sus socios europeos a hacer más esfuerzos de ajuste el año que viene «si hace falta».

Por otra parte, los ministros de Economía aprobaron reforzar los poderes de la oficina estadística de la UE, Eurostat, para que pueda auditar las cuentas públicas de los estados miembros con el fin de evitar que se reproduzcan escándalos de falsificación de estadísticas. La nueva norma impone visitas más frecuentes de funcionarios de Eurostat a los países sometidos a un procedimiento sancionador por déficit excesivo.