El diputado general de Araba, Xabier Agirre, dijo el lunes que estudia una serie de medidas fiscales, como subir los impuestos a las rentas altas y a las empresas que destruyan empleo, pero el revuelo que causaron sus palabras en el seno de su partido hicieron que ayer su mano derecha, Claudio Rodríguez, diera marcha atrás y explicara que no aplicarán ninguna medida en la dirección apuntada sin consenso con las diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa.

Y es que, al igual que el lunes Iñigo Urkullu, tanto José Luis Bilbao como Markel Olano expresaron ayer su desacuerdo con las medidas anunciadas por su homólogo alavés. El más tajante fue el diputado general vizcaino. Bilbao valoró, en una entrevista en ETB, que «al hablar de reformas tributarias hay que ser un poco más tranquilo», ya que «no podemos estar diciendo cada día lo que nos pasa por la cabeza». Tras defender el actual modelo tributario, y respecto a las palabras de Agirre, dijo desconocer «si es un error o no». «Fueron sus palabras y él sabrá lo que ha dicho», declaró.

Olano, por su parte, opinó que «no se dan las condiciones objetivas» para una reforma en materia fiscal en este momento, y se remitió a lo que puedan acordar en el seno del Órgano de Coordinación Tributaria.

La actitud del PNV fue criticada por la dirigente de EA Ikerne Badiola, quien afirmó que su negativa a modificar la política fiscal «pone en peligro la pervivencia del Estado de Bienestar».