El primer ministro japonés, Naoto Kan, declaró ayer que quiere hacer de su país un Japón «más fuerte», sanear las finanzas públicas y situar la alianza con EEUU en el eje de la diplomacia nipona.

Kan reiteró estos objetivos en su primer discurso tras nombrar a los 17 ministros y secretarios de Estado de su Gobierno, once de los cuales conservan las carteras que tenían en el Ejecutivo saliente. Entre los que se han renovado figuran Exteriores, Defensa y Transporte.

Kan dijo que desde el estallido de la burbuja financiera e inmobiliaria de principios de los años 90, «se ha incrementado la sensación de asfixia», y se comprometió a «reconstruir Japón desde sus bases y hacer de él un país más fuerte». Hizo hincapié en que el saneamiento de las finanzas públicas es «una condición para el crecimiento» e incidió en que la reforma fiscal es la tarea más importante a abordar.

Respecto a la polémica en torno a la base de Okinawa, confió en que la cuestión se resuelva y se reparen los daños causados a la alianza estratégica Japón-EEUU por el Gobierno de Hatoyama. Afirmo que «es necesario aplicar con firmeza el principio de que esa alianza es la piedra angular de la diplomacia japonesa».