El polvorín de Oriente Medio
Irán advierte que no volverá nunca a negociar si es sancionado otra vez
Irán aprovechó la cumbre asiática en Estambul para advertir a EEUU y sus aliados de que no volverá a las negociaciones si el Consejo de Seguridad aprueba estos días una resolución con nuevas sanciones contra Teherán. China insiste en privilegiar una salida negociada, mientras Rusia trata de conjugar su alineamiento con EEUU con llamadas a la mesura.
GARA | ESTAMBUL
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, advirtió ayer desde Estambul que Teherán no discutirá más sobre su programa nuclear si es castigado con nuevas sanciones.
El líder iraní realizó esta advertencia en el marco de la conferencia sobre Interacción y Medidas de Construcción de Confianza en Asia, patrocinada por Turquía y en la que participan, entre otros países, Siria, Rusia y la propia Irán.
La cumbre arrancó horas antes de una nueva reunión del Consejo de Seguridad de la ONU con el tercer paquete de sanciones contra Irán en el menú.
«Ya he dejado claro ante la Administración americana y sus aliados que se equivocan si piensan que pueden blandir la amenaza de una resolución y luego esperar a reunirse con nosotros. Eso no ocurrirá», añadió.
«Estamos dispuestos a discutir con todo el mundo, pero -matizó- con respeto y justicia (...) Si se intenta hablarnos de forma brutal, con un tono dominador, nuestra respuesta es conocida», insistió.
Ahmadineyad instó a las potencias occidentales a aceptar el acuerdo concluido en mayo entre Irán, Turquía y Brasil sobre el intercambio de combustible nuclear, una oportunidad de resolución del conflicto «que no se repetirá», añadió.
En virtud del acuerdo, Teherán se compromete a entregar a Ankara 1,2 toneladas de uranio enriquecido al 3,5% para recuperar un año después 120 kilos del material purificado en un 20% para un reactor médico.
Este acuerdo «era una oportunidad para el Gobierno americano y sus aliados (...) Espero que hagan buen uso de ello. Estas cosas nunca se repiten», insistió, para añadir que todavía espera una reacción oficial al acuerdo por parte del Grupo de Viena, formado por EEUU, Rusia, Estado francés y Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA).
Viaje a China
El Gobierno de Beijing confirmó que el presidente iraní viajará esta semana a China. El portavoz de Exteriores, Qin Gang, señaló que Ahmadineyad visitará el viernes la Exposición Universal de Shangai con motivo del Día de Irán.
China es actualmente el principal aliado y socio económico de Irán. EEUU está haciendo ímprobos esfuerzos por lograr el alineamiento de Beijing con sus planes de incrementar la presión sobre Teherán.
Washington ha asegurado estos días que China, con derecho a veto como potencia nuclear, habría accedido a votar junto con las potencias occidentales y Rusia a favor de un nuevo paquete de sanciones, entre ellas la prohibición a Teherán de invertir en sectores «sensibles» como las minas de uranio, la inspección discrecional de navíos iraníes en alta mar y la prohibición de vender a Teherán ocho nuevos tipos de armamento pesado, incluidos los carros de combate, además de una ampliación de la lista de personas físicas y jurídicas y sus actividades en el extranjero.
El Gobierno chino volvió a insistir ayer en una solución diplomática y negociada al dossier nuclear iraní.
Doble lenguaje de Putin
Presente en la cumbre, el presidente ruso, Vladimir Putin, dio como «prácticamente alcanzado» el anunciado acuerdo en torno a las sanciones.
No obstante, quiso atemperar su mensaje añadiendo que «nuestro punto de vista es que esas decisiones no deben ser excesivas y no deben poner al pueblo iraní en una posición difícil y que podría poner obstáculos en el camino al uso pacífico de la energía nuclear».
Putin abundó en el tono diplomático para anunciar su intención de reunirse ayer mismo con Ahmadineyad «en un intento por reducir las inquietudes de la comunidad internacional».
Antes del proyectado encuentro entre ambos, Ahmadineyad señaló que las futuras relaciones bilaterales «dependen de Rusia (...) Somos vecinos de Rusia. Debemos ser amigos y socios. Eso es lo que espero. Estamos listos para dialogar».
Mientras el Gobierno ruso insistía desde Moscú en que «no hay ningún problema» para apoyar la resolución, el director de la Agencia Rusa de la Energía Atómica (Rosatom), Sergei Kirienko, anunciaba que Rusia e Irán explotarán conjuntamente durante los primeros años la central nuclear de Busher, cuya puesta en marcha -retrasada varias veces- ha sido anunciada por Moscú para este verano.
Rusia ya ha suministrado a Irán el combustible necesario y falta la puesta en marcha técnica, previa al lanzamiento energético de la planta.
Pentágono: «No es tarde»
El jefe del Pentágono, Robert Gates, mostró en Londres su optimismo sobre una pronta votación de la resolución y aseguró que «no creo que hayamos perdido ya la oportunidad para detener los planes iraníes para dotarse con armas nucleares».
El Consejo de Seguridad tenía previsto reunirse a última hora de ayer a puerta cerrada para seguir debatiendo la cuestión después de que rechazara una petición de Brasil y Turquía para convocar un debate público en la ONU antes de la adopción de nuevas sanciones.
A la salida de una reunión del Consejo su presidente de turno, el embajador de México, Claude Heller, confirmó que la resolución sobre las posibles sanciones contra Irán se llevará a votación durante la mañana de hoy, hora local.
Irán ha rechazado dejar en libertad a tres presuntos espías de EEUU a cambio del científico nuclear iraní que ha denunciado haber sido secuestrado por Arabia Saudí y entregado a la CIA.
El líder supremo de la República Islámica de Irán, ayatolah Ali Jamenei, instó al Gobierno y al Parlamento a poner fin al enfrentamiento. El presidente de la Cámara y líder conservador, Ali Lariyani, mantiene un pulso con el Ejecutivo.
Al menos quince policías turcos resultaron heridos por la explosión de una bomba al paso de su minibús en Estambul. El ataque se produjo cuando el autobús pasaba por el barrio periférico de Kucukcekmecea.
«Hubo una explosión. Una bomba colocada en la cuneta de la carretera explotó cuando pasó el minibús. Eso es lo que parece, podría haber sido accionada por control remoto», explicó el jefe de Policía de la ciudad turca de Capkin. «Quince de nuestros hombres resultaron heridos leves. Estamos investigando el incidente», añadió.
El atentado coincidió con la cumbre de la CICA. Estambul, con sus 13 millones de habitantes, ha sido escenario de muchos atentados, imputados al islamismo armado, a grupos de izquierda o a la insurrección kurda del PKK. GARA
La condena explícita a Israel no pudo ser incluida en la declaración final de la Conferencia sobre Interacción y Medidas de Construcción de Confianza en Asia (CICA) en Estambul, pese a los esfuerzos de Turquía por denunciar el ataque israelí a la «Flotilla de la Libertad» que se dirigía a Gaza. La televisión turca informó de que no hubo consenso en el documento final de la conferencia, en la que participaron dirigentes de 18 países asiáticos y del Mediterráneo.
Con todo, el hecho de que Israel sea igualmente miembro de la CICA hacía casi imposible una condena explícita al Estado sionista en una cumbre en la que también estuvo presente el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
Israel estuvo representado en la conferencia por su embajador en Ankara, Gabi Levy, que abandonó la reunión cuando el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, tomó la palabra.
Al margen de la reunión, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció que su país albergaría la intención de llevar ante la ONU la petición de una investigación sobre el asalto israelí, que condenó tajantemente. «Hemos expresado nuestra preocupación por el asalto de Israel. Condenamos la incursión al convoy de ayuda. Desafortunadamente, la incursión ocurrió en aguas internacionales y esto nos causa una especial preocupación», indicó el primer ministro ruso.
Su homólogo turco, Recep Tayip Erdogan, agradeció públicamente el apoyo de Putin a Turquía en la rueda de prensa y destacó que ambos mandatarios trataron también sobre cuestiones destinadas a reforzar las relaciones energéticas y económicas bilaterales.
Por su parte, el presidente turco, Abdullah Gül, como presidente de la CICA, tenía previsto hacer unas declaraciones finales para condenar el asalto israelí a la «Flotilla de la Libertad» en el que murieron al menos nueve ciudadanos turcos el 31 de mayo. «Las consecuencias de esos actos, cometidos por ira y venganza, serán pronto visibles», reiteró su amenaza.
Los ministros afgano y paquistaní de Exteriores aprovecharon la cita para condenar el asalto y mostrar su solidaridad a Ankara.
La CICA, creada en 2002, cuenta con 20 miembros, algunos de ellos inmersos en crisis políticas y diplomáticas bilaterales, como Israel e Irán. GARA
