«Me niego a pensar que todos los hombres sean así», exclamó ayer la actriz Mariola Fuentes, protagonista de la obra «La ley de la selva». Esta comedia escrita por la periodista y escritora Elvira Lindo («Manolito Gafotas», «El otro barrio», «Tinto de verano», «El mundo es un pañuelo») saca los colores a los hombres que tienen como «única afición el fútbol y `Humor amarillo'».

Tomás Gayo es quien da vida a los tres hombres que aparecen en la obra, además de ser el productor de la misma. «Elvira Lindo quería que todos los hombres fueran interpretados por el mismo actor, para realzar esa apariencia de que todos son iguales», dijo Gayo. Dirigida por Nieves Gámez, «La ley de la selva» ofrecerá dos funciones el sábado y una tercera el domingo en la sala cúpula del Teatro Campos Elíseos de Bilbo.

Veinte años «sin hacer nada»

La historia está protagonizada por Lupe y Ricky, quienes forman un matrimonio de mediana edad que ya ha dejado atrás su mejor época de felicidad. «Después de veinte años juntos entran en crisis y la mujer se da cuenta de que, hasta entonces, no han hecho nada juntos», explicó Tomás Gayo. La mujer se pregunta qué será lo que hace la gente los viernes por la noche y empieza a salir, con la excusa de bajar la basura. «La cuestión es que peca de romántica y se cree que el marido le va a sacar la calle», añadió Fuentes.

Es entonces cuando conoce a su vecino Indi, un apuesto aventurero que no para de contarle todo lo que ha hecho y visto a lo largo de sus viajes, aunque Lupe pronto se dará cuenta de que, a pesar de las apariencias, es igual que su marido. Lo mismo pasará cuando <conozca a un tercero, cubano y trabajador de un club de alterne. «Ello provocará una reacción visceral, que le llevará a independizarse de sus ataduras y a actuar como los hombres que han conformado su vida afectiva. Dejará de ser víctima, para pasar a ser depredadora».

Con toques cabareteros, varias canciones incluso bailes, la obra se adentra en ocasiones en el humor de lo absurdo, aunque consigue que el público se identifique con muchas de las situaciones representadas. «Hemos visto cómo muchas mujeres se dan pequeños codazos entre ellas mientras ven la función», dijo Gayo.

Tal como hace la protagonista en la historia, Fuentes reivindicó ayer que «hay que tener vida propia en la pareja, quedar con los amigos y no siempre con el marido. No somos un pack».