MUNDIAL Grupo A
Márquez acalla las vuvuzelas
La anfitriona, que fue de menos a más, rozó la campanada con el golazo de Tshabalala. México rescató un punto en la recta final.
SUDÁFRICA 1
MÉXICO 1
Amaia U. LASAGABASTER
El Mundial abrió el telón con más emoción que fútbol. Pero, quizá porque no es nada inhabitual, porque las previsiones apuntaban a una balanza muy inclinada, o porque incluso las carencias pueden contribuir al espectáculo, el Soccer City de Johannesburgo se estrenó con un partido por encima de lo esperado. Sudáfrica y México correspondieron al honor de abrir la cita, si no con un juego de kilates, sí con un choque repleto de alternativas y emoción, que acabó con justo reparto de puntos.
Desmereció el primer trampo. La experiencia mundialista de Carlos Alberto Parreira -seis torneos, un récord, con cinco selecciones diferentes- no parecía haber bastado para coordinar al combinado anfitrión, que hacía aguas atrás y corría sin brújula cuando tenía el balón. La parsimonia mexicana se impuso sin esfuerzo y Gio Dos Santos y Nico Aguilar no tardaron en encabezar la lista de enemigos públicos del cuadro local. Gracias, en buena medida, a un Thwala que desplegó la alfombra en su banda. Pero como Guille Franco anduvo fallón, Gio no podía servir y rematar, Khuma estuvo muy por encima de sus zagueros y el árbitro acertó anulando un tanto de Carlos Vela por fuera de juego, la Tricolor tuvo que conformarse con llegar al descanso con el empate a cero inicial. Poco premio para unos y todo un milagro para los otros.
Bien que lo lamentó el equipo de Javier Aguirre porque, aunque sólo fuera de medio campo hacia arriba -lo de su defensa parece de difícil solución-, y pese a que en los minutos previos al descanso ya había lanzado algún aviso, la Sudáfrica que regresó al césped no tuvo nada que ver con la de la primera parte. Tuvo, además, la fortuna de acertar a la primera.
A los diez minutos de la reanudación, Siphiwe Tshabalala se erigió en el primer goleador de su Mundial, en su 50ª cita como internacional y, por si fuera poco, con un remate espectacular. Un zurdazo a la escuadra que invitó a soñar a un país volcado con sus muchachos.
Como lo hicieron los minutos posteriores, con un México noqueado, al que no reavivaron los cambios y en el que sólo Gio parecía capaz de solucionar el embrollo, y una Sudáfrica encantada de buscar la sentencia a la contra. Modise la tuvo en sus botas en dos ocasiones clarísimas. Y como había sucedido con su rival tras el descanso, todavía debe estar lamentando no haber afinado porque, a diez minutos del final, las penurias defensivas de los africanos volvieron a salir a la luz para que la Tricolor empatase. Mokoena rompió el fuera de juego para que tres jugadores mexicanos buscaran el remate. El bueno llevó la firma de Rafa Márquez, que enmudeció el estruendo de las vuvuzelas. O casi.
Todavía tuvo opción de liarla el equipo de Parreira, con una contra rapidísima de Mphela, que envió el balón al palo con Óscar Pérez batido.
El primer gol del Mundial lleva firma local. Lo anotó Siphiwe Tshabalala, jugador de los Kaizer Chiefs de Pretoria. Un golazo con el que celebró su 50º encuentro como internacional y permitió a Sudáfrica sumar su primer punto.
A sus 67 años, Carlos Alberto Parreira se convirtió ayer en el seleccionador con más Mundiales. Seis, con el de Sudáfrica, y al frente de cinco selecciones: Kuwait (82), Emiratos Árabes (90), Brasil (con triunfo en USA 94), Arabia Saudí (98), Brasil (06) y Sudáfrica (2010).
El empate hizo justicia, pero no dejó el mismo sabor de boca a todos. Sí en opinión de Javier Aguirre, que lo consideró «amargo» para las dos selecciones, que pudieron «ganar, empatar o perder». Para el ex entrenador de Osasuna la «falta de eficacia» impidió a su equipo irse con ventaja al descanso. «En la primera parte fuimos muy superiores -analizó-, pero no pudimos reflejar la posesión y la llegada». Y tras el gol «nos pusimos, si no nerviosos, sí ansiosos y ellos nos complicaron el partido».
Más contento estaba Carlos Alberto Parreira con un empate «justo». Relativizó la superioridad mexicana en el primer tiempo. «Nuestro portero sólo ha tenido que hacer una gran parada», recordó.
GARA