«Cuando me propusieron escribir la historia de Begoña García Arandigoyen, Alba, pensé que no podría». Así arranca el último libro de Iñaki Gonzalo, Kitxu, escrito en la soledad de la cárcel de Dueñas. El reto no era nada fácil: relatar la vida de Begoña García, una médico garestarra ejecutada de un tiro en la nuca en el Salvador al poco tiempo de haberse enrolado en la guerrilla del FMLN.

Sin embargo, tras dos años de trabajo, de goteo de documentos y vaivén de borradores en las visitas a la cárcel, «¡Cómo no quererte Alba!» se muestra como una de las novedades más llamativas de la feria de Bilbo. La propuesta de Txalaparta es arriesgada. Consiste en un juego entre la biografía y la novela. El propio Kitxu no lo lo tiene claro: «Ésta no es una biografía al uso. Es... ¿cómo definirlo?; ¿una biografía novelada?, ¿una novela biográfica? Es, en todo caso, la historia que hubiera podido ser».

Las vidas de Kitxu y de Alba nunca se cruzaron. Ella perdió la vida en la guerra salvadoreña, defendiendo la causa popular en una columna guerrillera del Ejército Revolucionario del Pueblo, en 1990. Él cayó preso en 1994. Pero, gracias al trabajo de familiares y amigos del autor y la protagonista, se ha conseguido salvar barreras imposibles.

En este libro han tenido una importancia capital los correveidiles, los que han puesto en contacto al autor con los testigos, los que colaron, documento a documento, la historia de Alba en la cárcel de Dueñas. Precisamente hoy, la hermana de Kitxu -que también se llama Begoña- le entregará el último manojo de papeles, esta vez editados y encuadernados, al preso, que acaba de ser trasladado de Palencia a Valladolid, a una cárcel que su hermana describe como «vieja y extraña».

«Tiene muchas ganas de ver el libro -afirma Begoña Gonzalo-. Mañana (por hoy) le llevaremos seis ejemplares, para que los firme y se quede alguno. Es el primer taquito de los 15 que nos han dado». Según explica su hermana, tener el libro por primera vez entre sus manos «le dará la fuerza que necesita». La narración de «¡Cómo no quererte Alba!» se extiende durante 142 páginas, que se acompañan con un prólogo del autor -en el que desnuda todas las limitaciones que ha tenido y cómo las ha ido solventando-, un glosario de términos del castellano de Centroamérica y una serie de documentos (textos extraídos de noticias, comunicados y libros, sobre la historia de Begoña García) que el autor ha querido resaltar.

Kitxu, bilbaíno, ha trabajado novela y poesía durante su estancia en prisión. Es autor del poemario «Hace frío aquí en España» (1998), y los libros «Carta a un fantasma» (1997), «Nadine» 2000, «La barca de Amín» (2002) y «El niño de Magüey» (2006).

Las palabras de la brigadista

Quizá el documento más contundente que esconden los anexos sea el de la propia Alba. Se trata de la transcripción de una cinta enviada a sus padres unos meses antes de ser ejecutada por el Ejército salvadoreño: «El presente no es que sea bonito; es que yo estoy haciéndolo bonito. Simplemente porque eso es lo que yo he decidido. Porque me he entregado en cuerpo y alma a lo que pienso que debo hacer y porque estoy satisfecha con lo que estoy haciendo». En ese testimonio sonoro, una misiva privada enviada a sus padres, Begoña García Arandigoyen se muestra dura y trágicamente premonitoria: «Siempre dije que daría mi vida por un ideal y ahora ha llegado el momento de demostrarlo. (...) Pero es que mi propia vida ha dejado de ser de mi propiedad». Medio año después fue capturada y ejecutada a sangre fría. Recibió seis balazos, resultando fatal el de la nuca. Tenía 24 años y un embarazo de siete meses.