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La nueva sede de Musikene tendrá menos presupuesto y altura

El centro superior de música Musikene finalmente no cambiará de emplazamiento y se establecerá en el barrio de Ibaeta de Donostia, junto al campus de la UPV y la Cámara de Comercio de Gipuzkoa. Eso sí, su presupuesto se verá reducido en veinte millones de euros (de 45 a 25) y también el tamaño del edificio, al suprimirse dos plantas del proyecto inicial. Además se han realizado cambios en el interior, respecto a la distribución de los 14.021 m2 que se construirán.

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Maddalen LARRINAGA | DONOSTIA

Se respiraba un ambiente festivo, a causa de la subida a Primera de la Real Sociedad, aunque lo que se presentaba ayer en el Ayuntamiento de Donostia era una versión «reducida» del proyecto de la nueva sede para Musikene, el centro superior de música de Euskal Herria, que durante estos meses ha sido objeto, por unas razones o por otras, de una fuerte polémica. El recorte sufrido, de 20 millones de euros, parece que hará realidad el proyecto que durante tanto tiempo ha estado guardado en el cajón.

Dentro de aproximadamente un mes se pondrá en marcha el proyecto básico y en octubre o noviembre empezará el de ejecución o constructivo final para, así, poder iniciar la licitación, fijada en 25 millones de euros. Según especificó la consejera de Educación, Universidad e Investigación, Isabel Celaá, esperan terminar la construcción de la nueva sede en 2013. Los recortes son debido, según dijo, a la imposibilidad de materializar el anterior proyecto, «pero nos queda un edificio magnífico y que triplica las necesidades de los alumnos», según afirmó la consejera.

El nuevo proyecto se ha convertido en una inversión «eficiente, sostenible y que se puede realizar».La consejera explicó que se ha retomado el proyecto inicial de 2007, en una parcela cedida por el Ayuntamiento donostiarra. Los cambios han sido realizados por los arquitectos del estudio GAZ, Asier Atxurra, Aitor Gurtubay y Unai Zelaieta, ganadores del concurso convocado entonces. La nueva sede consta de una planta sótano con aparcamientos, una planta baja y cuatro plantas superiores destinadas al área administrativa y docente. Además de espacios para instalaciones, que se situarán en la cubierta, para los montacargas y otros servicios, el nuevo edificio tendrá 67 aulas instrumentales acondicionadas acusticamente, 39 cabinas individuales para ensayos, biblioteca y mediateca, y diferentes zonas para el profesorado.

El gran espacio de este proyecto es el auditorio, de 717 metros cuadrados, situado en la planta baja, que permite desplazar telescópicamente 308 butacas, a las que se podrían sumar otras cien suplementarias. Las butacas podrán ser suprimidas de la superficie del auditorio, guardándolas en diferentes espacios como la parte baja del escenario, y así, los 717 metros podrán dividirse en tres zonas diferentes. Entre ellas se colocarán unos telones acústicos, los cuales absorven el sonido; y de este modo, las tres zonas pueden ser aprovechadas al mismo tiempo sin causar molestias en la vida del alumnado. Todo el edificio estará acondicionado acústicamente para que cada zona pueda ser utilizada de diferente modo según las necesidades de cada momento.

Ni tienda, ni museo

Del proyecto anterior se han suprimido una tienda y un museo proyectados. También se ha quitado una planta, para ayudar a la integración del edificio entre las viviendas de este barrio. Aun con la reducción de una altura, consideran que han conseguido una buena relación entre los metros cuadrados que van a construirse y que podrán ser utilizados, 12.137 de 14.021.

La fachada será de color negro y dorado, ya que el proyecto emula «una piedra negra de la que se extrae el oro de la música». La entrada no será perpendicular al suelo, sino que tendrá una inclicación y la cubierta, la parte más alta, tendrá unas entradas y puntas que se verán en color dorado. Estas taparán todas las instalaciones ubicadas en esa parte del edificio.

Celaá remarcó que Musikene necesita una sede «propia, adecuada y suficiente» para poder desarrollar su actividad «de manera satisfactoria y conforme a la calidad de su oferta y a la excelencia a la que aspira», ya que en la situación actual, en que las clases se imparten en cuatro emplazamientos distintos, ha hecho que el centro «pierda su calidad». De momento, y hasta la fecha de entrega, las clases se seguirán dividiendo entre los cuatro lugares actuales. El central es el palacio Miramar.

Este «estilizado proyecto», como lo describió Celaá, resuelve de manera «imaginativa» las necesidades y precariedades a las que se enfrentaba el alumnado y el profesorado del centro. Aprovechando el nuevo entorno del campus de la UPV, adelantó unas intenciones todavía no confirmadas, como la posible oferta de un doctorado y de cursos postgrados mediante un convenio con la universidad.

Elorza quería que fuera en Tabakalera, pero anduvo tarde al presentar su idea

En lugar de Igara, donde estaba pensada inicialmente, el alcalde de Donostia, Odón Elorza, abogaba por que la sede de Musikene se instalara en Tabakalera. Así se lo planteó incluso a la consejera de Educación, Isabel Celaá, en una carta que se filtró recientemente y que se enmarcaba en el rifirafe que se produjo en torno al Centro Internacional de Cultura Contemporánea (CICC) y que desembocó en la dimisión de su director, Joxean Muñoz, y la paralización del proyecto. En su comparecencia de ayer, Elorza explicó que anduvo tarde en la presentación de su idea y que por eso ha sido imposible llevarla a cabo. «Se ha dado demasiado tarde y corría prisa acabar con la situación un poco precaria» que vive el centro de estudios musicales en el palacio Miramar, lugar que seguirá albergando las clases hasta 2013, fecha en la que el gobierno espera que terminen las obras de edificación de la nueva sede.

Por su parte, Isabel Celaá agradeció la invitación del alcalde de convertir Tabakalera en el nuevo Musikene, pero afirmó que a estas alturas el proyecto ya estaba casi cerrado y tuvo que rechazarlo. Además, el espacio que la antigua fábrica de tabacos ofrecía -unos 10.000 metros cuadrados- no era lo suficientemente amplia para las necesidades del centro necesita, y por eso, el edificio que se construirá en Ibaeta contará con 14.021 metros cuadrados.

Así, Tabakalera sigue sin tener un futuro claro, después de que las obras quedaran paralizadas y después de que Musikene haya encontrado su nueva ubicación junto al campus de UPV. M. L

El curso que viene se «estrena» Juan Carlos Pérez

Entre el 21 de junio y el 2 de julio se realizarán las pruebas de acceso para las especialidades que ofrecerá Musikene durante el próximo curso; en el que se estrenará la nueva dirección encabezada por Juan Carlos Pérez, el ex componente del mítico grupo Itoiz. Tanto las fechas y horas de las pruebas como el «quién es quién» de la nueva «cabeza» del centro se encuentran colgadas en su página web. La jerarquía la encabeza la coordinadora general, la musicóloga Carmen Rodríguez Suso, a la que se responsabiliza de haber descabezado la anterior dirección con la connivencia de Educación. Juan Carlos Pérez es director académico, un cargo con menos funciones que el de director artístico con el que figuraba José Luis Estellés, al que sustituye. Su nombramiento provocó las críticas del alumnado y los profesores por su supuesta falta de preparación académica para un puesto de estas características. El abogado Carmelo Labirua-Iturburu es el jefe de gestión económica y llama la atención que, entre los tres subdirectores y los ocho directores de departamento, no figure, como estaba anunciado, Pierre Cao. El puesto de director de Estudios Orquestales, Música de Cámara y Ensembles aparece en blanco. A.E.

 

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