El día que el teclado escribe estas letras, el cielo parece un dibujo de pleno invierno. Sin embargo, el verano está a unos días, por lo que cabe esperar que Azkena Rock Festival, que, por cierto, sabe de aguas y tormentas, se celebre durante tres espléndidas tardes y noches. El encuentro se merece la moratoria, pues la cita se muestra repleta de historia y bandas emergentes.

Por historia y veteranía se puede resaltar la llegada de Bob Dylan, quien toca a una hora muy prudente tanto para él como para sus seguidores, las 21.00 horas. Si Dylan fuese una personal normal y condescendiente, en un festival de este tipo tocaría un de sus muchos posibles grandes éxitos, dejando de lado toda su cuestionable etapa de la presente década, por mucho que sus discos sean honestos y con valores. Con todo, lo cierto es que Dylan no escribe una canción inspirada, que no sea copia de los viejos bluesmen, desde hace muchos años, demasiados años. Al margen de haber envejecido muy mal de voz.

Por galones y popularidad, los siguientes destacados tienen que ser Kiss. Infravalorados por muchos en su época, tras una historia repleta de excesos, despidos, muerte, regresos y rupturas, en 2008 vuelven a recorrer el mundo con Kiss Alive/35 World Tour, donde demuestran que fueron más que un cómic o el montaje ilustrado de un mánager. Su anterior paso por el Bilbao BBK Live mostró a un grupo con un repertorio de hora y media impecable. Ante semejante previo, y tal y como va su actual gira Sonic Boom Tour, sólo cabe esperar otro entusiasta éxito. Por cierto, adaptándose a los modos actuales, y a rebañar beneficios de donde sea, Kiss están grabando sus conciertos por cada ciudad por la que pasa. A las pocas semanas lo tienen ya a la venta en edición limitada bajo «Sonic Boom Over Europe Live...»

El tercero en medallas no puede ser otro que Slash, que presenta nuevo disco con Myles Kennedy a la voz, tal y como ya adelantó Gara tras la publicación de su nuevo álbum. «Slash» no convenció a todos los seguidores del guitarrista, pero, dado un cierto nivel, en música todo es opinable. A nosotros nos pareció un álbum inspirado. En cualquier caso, verle tocar con una cualquiera de sus decenas de guitarras de colección es ya un inmenso placer.

Primera fila

Dejado de lado los VIP, toca turno para los de primera división, cuestión más que relativa. No hay duda, al menos no la tiene quien escribe, que Gov't Mule son poderosos y uno de los nombres más apetecibles de todo el Azkena. El grupo se forma en 1994 por Warren Haynes y Allen Woody, quienes, cansados de que The Allman Brothers Band no deseen viajar en exceso y menos partir hacia Europa, forman Gov't Mule. Allen ya no está, sólo queda Haynes, pero él es el Mulo, así que no hay problema. En la actualidad presenta «By a thread», disco que, como las referencias anteriores, no se ancla ni al rock sureño ni al rock-blues, aunque sean sus proveedores habituales. En ocasiones, sus propuestas no son sencillas, pero el talento de Haynes es tan profundo que le colocamos entre los más grandes de las tres jornadas, también con la esperanza de que deje el funk al margen de su set y le dé al rock blues sureño, cerca de Robin Trower («Forevermore»), Jimi Hendrix/Muddy Watter («Inside outside woman blues») o Paul Kossoff.

Por popularidad, discos vendidos y méritos, Chris Isaac es otro de los nombres destacados de Azkena. Quizá sea un poco blando para lo que suele ser el festival de Gasteiz, pero si se acerca, como suele ser habitual en sus conciertos, con un guitarra solista de la categoría de James Calvin Wilsey, en sus primeros discos, todo perfecto.

Los otros

Entre los otros, valen la mayoría de los nombres del Azkena. Por árbol genealógico llama la atención Teddy Thompson, aunque no le vemos del todo en un espacio abierto. Teddy es un londinense hijo de Richard y Linda Thompson y hermano también de la cantante Kamila Thompson. Es amigo de Rufus y Martha Wainwright, con quienes ha grabado también con Rosanne Cash, la hija de Johnny Cash. Es, en cierta medida, como nuestro Quique González, en especial en canciones como «Where to go from here», balada-country intensa, o la vaquera «Can't sing straight», de diez.

El resto no son el resto, sino nombres con pegada e historia, caso de Bad Religion, NRBQ, Damned, Hives, Saints, Robert Gordon... y jóvenes tan apetecibles como Kitty, Daisy & Lewis, Airbourne... o Imelda May.