GARA > Idatzia > Kultura

Eszenak

La vida real irrumpe en el escenario

Josu MONTERO | Escritor y crítico

Ocho mujeres gitanas procedentes del poblado chabolista de El Vacíe, en Sevilla, protagonizaron el pasado fin de semana en la bilbaína Sala BBK una peculiar «La casa de Bernarda Alba». No eran aficionadas al teatro, ya que antes de este proyecto ni siquiera habían asistido en su vida a una función. En Madrid llenaron la sala durante quince días, y otro tanto sucede en la gira que están realizando; se han levantado al mismo tiempo voces que acusan de intrusismo y oportunismo a la directora del montaje, Pepa Gamboa, voces corporativistas que parecen reivindicar la profesionalidad en el teatro, como si eso fuera sinónimo de seriedad y de rigor. Si el teatro no es territorio contaminado, mestizo, si la escena no es zona de obras, apaga y vámonos. Es curioso, parece que la irrupción en el escenario de no profesionales del asunto y que además pertenezcan a un colectivo marginalizado (gitanas, encarcelados, siquiatrizados, invidentes, afectados por el Síndrome de Down...) dota al teatro de un plus de vida, de más realidad, de una verdad de la que parecen carecer los profesionales. Y a buen seguro eso sucede a veces; recordemos los tremendos montajes del italiano Pippo Delbono con discapacitados síquicos y físicos o las piezas de Beckett montadas por los ex-convictos del San Quentin Drama Workshop. Pero es evidente que sacar a escena a hombres y mujeres cuyas existencias discurren muy al margen del teatro y de lo correcto tampoco es garantía de nada, salvo, en las peores ocasiones, de la tramposa y efectista falta de escrúpulos de algún director.

Un clásico de esta irrupción de la vida verdadera en el escenario es Luigi Pirandello. En sus célebres obras de los años 20 («Seis personajes en busca de autor», «Cada cual a su manera» y «Esta noche se improvisa») plantea la supresión de la barrera arte/vida, la entrada de ésta en la ficción desorganizándola: autodestrucción del drama desde dentro. Personas reales interrumpen a los actores en la representación, o bien los personajes son conscientes de que necesitan a alguien que dé sentido a sus historias, pero el autor ya no puede hacerlo: si la vida carece de sentido, el teatro tampoco lo podrá tener.

Este fin de semana en la misma Sala BBK podremos disfrutar de una versión libre de «Seis personajes...». «La función por hacer» comenzó su andadura experimental en enero en el vestíbulo del madrileño Teatro Lara en sesiones de medianoche; la respuesta del público la llevó a llenar la sala en horario normal durante un mes. La compañía no necesita ni escenografía ni atrezzo, sólo los actores y las palabras, y acaso la cercanía del público, para sacudirnos con esta historia de personajes conscientes de serlo, de haber sido escritos por alguien.

Cuatro personajes irrumpen en la representación de una comedia ligera protagonizada por un pintor y su novia, que en esas circunstancias pasan a ser lo que son: una actriz furiosa por la interrupción y un actor-director fascinado por la intensa historia de los visitantes. «No sois reales. Lo seréis cuando nosotros os interpretemos», les dice, a lo que uno de los personajes responde: «Tal vez seré más real entonces, pero menos verdadero». El humor y la parodia, la crítica al teatro desde el teatro, desengrasan y afilan la función.

Me he quedado sin espacio para hacer algún fino chiste sobre el imaginativo y discreto nombre de esta flamante Sala BBK. Lo dejamos para otro día. Sólo recordar que el teatro es cuestión de sutileza. Y que la publicidad, también.

Ficha

Espectáculo: «Pasión sin puñales».

Lugar: Pabellón de La Casilla (Bilbo).

Fecha: del 20 al 29 de agosto.

Hora: viernes 20 de agosto a las 21.00. Resto de días a las 20.30 .

Precio: entre 25 y 50 euros.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo