El Tesoro paga los mayores intereses de la década para colocar su deuda
La falta de credibilidad que sufre la economía del Estado español ha obligado al Tesoro Público a ofrecer la mayor rentabilidad de los últimos diez años para colocar en subasta hasta 3.479 millones de euros en bonos a 10 y 30 años. El martes ya se había visto obligado a aumentar la rentabilidad de las letras a 12 y 18 meses, pero entonces fuentes de la administración habían expresado su confianza en que esa subida no fuera tan acusada para plazos tan largos
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Al Estado español cada vez le cuesta más colocar su deuda en los mercados, y aunque ayer volvió a lograrlo, tuvo que ofrecer por ella una rentabilidad inédita en los últimos años. Así, el Tesoro Público adjudicó en la subasta 3.479 millones de euros en bonos a 10 y 30 años y ha elevado el interés marginal de ambas denominaciones hasta el 4,911% y el 5,937%, respectivamente, los mayores desde aproximadamente una década, según difundió la agencia Efe.
De este modo, el objetivo de captación de las autoridades españolas, que era de un mínimo de 2.500 y un máximo de 3.500 millones de euros, se cumplió, aunque el interés marginal que el Tesoro se vio obligado a ofrecer por los bonos a 10 años fue el más elevado desde 2001 y hasta ocho décimas por encima del de la anterior subasta.
A 30 años, el máximo
En cuanto a los bonos a 30 años, su rentabilidad marcó su máximo de todos los tiempos -la primera referencia en la web del Banco de España data de 1998- y superó en más de un punto porcentual el anterior interés aplicado a esta denominación en la subasta celebrada en marzo, cuando fue del 4,768%. Sólo una vez, en el año 2000, el interés marginal había superado anteriormente el 5,91%.
El Tesoro ya se vio obligado a elevar el martes la rentabilidad de la subasta de letras a 12 y 18 meses, en parte debido a que Moody's rebajó el lunes la calificación de la deuda griega a bonos basura. El coste de financiación del Estado español se ha incrementado paulatinamente desde que hace algo más de un año, en abril de 2009, cuando Standard & Poors (S&P) rebajara la calificación de su deuda a largo plazo hasta el nivel «AA».
El diferencial del bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, lo que se conoce como el «riesgo país», se elevó asimismo hasta 219 puntos.
El Banco Central Europeo (BCE) considera que una «adecuada» reestructuración de la banca europea desempeñaría «un papel importante» en el fortalecimiento de las entidades y la estabilidad del sector financiero. «Una adecuada reestructuración del sector bancario debería jugar un rol importante», señala la entidad bancaria en la última edición de su boletín mensual, dada a conocer ayer donde destaca la importancia de la solidez de los balances, la transparencia en la gestión y un modelo de negocio robusto para «incrementar la resistencia de la banca y garantizar un acceso adecuado a la financiación».
Asimismo, la institución presidida por Jean Claude Trichet recomienda a los bancos de la eurozona que regresen a los mercados para fortalecer sus posiciones de capital y, allí donde sea necesario, aprovechar las medidas de apoyo establecidas por los gobiernos de cara a su recapitalización. El BCE pide también a «todos los países» de la zona euro que adopten reformas estructurales que permitan un mayor crecimiento y generar empleo, algo «crucial» para respaldar un crecimiento sostenible. GARA
El presidente de la patronal bancaria (AEB), Miguel Martín, dijo ayer que el proceso de reestructuración del sistema financiero del Estado español, que afecta sobre todo a las cajas de ahorros, «no ha hecho nada más que empezar» y agregó que «esto sólo es el diseño y no la culminación».
Martín, durante su intervención en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), también hizo referencia al proceso de fusión que han anunciado el Banco Sabadell y el Guipuzcoano, y explicó al respecto que lo positivo de esta unión es que ha sido «voluntaria».
El presidente de la banca española abogó por llevar a cabo el proceso de reestructuración con convicción, y no porque el Banco de España «lleve de las orejas», y aseguró que requerirá más esfuerzos. En cuanto a la posibilidad de que alguna de las fusiones que están en marcha salga mal por la rapidez con la que se ha abordado el proceso, Martín indicó que van a ser procesos largos, pero hay que juzgar las intenciones y también la necesidad. GARA
