Las peñas son un elemento muy importante de los Sanfermines por haber sido históricamente una de las entidades encargadas de mantener la caracterización popular de estas fiestas. Este año han decidido cambiar las habituales pancartas satíricas sobre la realidad política por otras de fondo negro en las que se podrán leer en euskara, castellano, francés e inglés los siguientes lemas: «Libertad de expresión», «No más ataques a las peñas», «Queremos unos Sanfermines populares» y «Por unos Sanfermines participativos». Han decidido también no asistir a la corrida de toros del día 11, cambiando ese acto por una kalejira festiva y reivindicativa. Han tomado esta decisión como consecuencia de la denuncia interpuesta el año pasado por el Consistorio contra dos presidentes de peñas y contra los dibujantes de sendas pancartas, que fueron acusados de «enaltecimiento del terrorismo» por hacer referencia en sus dibujos a la situación de los presos políticos. Lo cierto es que éste es un episodio más de una escalada contra las fiestas que tuvo como punto de inflexión la prohibición de las barracas políticas. Desde entonces cada año ha habido nuevos recortes a la libertad de expresión y manifestación. Todo lo cual es gravísimo de por sí, sin duda. Pero es que además supone un grave ataque contra el espíritu mismo de la fiesta, lo que lo convierte además de incomprensible en necio.