Los ambientalistas argentinos que desde hace tres años mantenían bloqueado el puente que une Gualeguaychú (Argentina) y Fray Bentos (Uruguay) en protesta por la instalación de una planta de celulosa en la orilla uruguaya del río Uruguay, frontera natural entre ambos países, decidieron el miércoles levantar temporalmente el bloqueo.

Aceptaron la propuesta de desbloquear el puente durante 60 días y abrir un proceso de diálogo con el Gobierno para acordar un plan conjunto con el que supervisar las operaciones de desecho de residuos de la papelera, propiedad de la compañía finlandesa UPM (antes Botnia) y que creen contaminante.

Los activistas aceptaron negociar después de que el Ejecutivo de Cristina Fernández demandara penalmente a un grupo de ellos por graves delitos relacionados con el bloqueo.

El presidente de Uruguay, José Mujica, se mostró dispuesto a permitir un control conjunto con Argentina dentro de la planta de celulosa, condición que los ecologistas habían exigido para suspender su acción. Además, expresó su interés por repetir en el futuro esa fórmula en todos los proyectos que se pongan en marcha en las orillas del río Uruguay, para lo cual resaltó la importancia de conocer la opinión de Brasil, por donde también pasa, con miras a fijar posibles revisiones a tres bandas.

El corte del puente ha causado pérdidas por más de 600 millones de dólares.