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Rober Gutiérrez Director de Ziurtagiriaren Elkartea

Hacia la meta, en plena forma

Las entidades que han obtenido el Certificado Bai Euskarari están trabajando con ahínco por ampliar su oferta en euskara, ofreciendo así un servicio equitativo y de calidad. Todas tienen en el punto de mira responder adecuadamente a la sociedad

Volver la vista atrás resulta un buen ejercicio si es para recobrar fuerzas y tomar impulso. Por ello, permitidme que retroceda por un momento a principios de siglo y recuerde que hace diez años centenares de organizaciones que participaban en el Plan Estratégico del Acuerdo Bai Euskarari acometieron la fase crucial de toma de decisiones. En este plan se fijaron los objetivos, estrategias y acciones encaminadas a lograr la normalización del euskara y, posteriormente, cada entidad tuvo que decidir, voluntariamente, los compromisos que asumía.

El 13 de junio de 2000 se recogen los frutos del trabajo realizado durante los meses anteriores, celebrándose en el Parque Tecnológico de San Sebastián el primer acto de entrega del Certificado Bai Euskarari. 231 entidades de todos los sectores participan en él y obtienen el Certificado por comprometerse a asumir medidas eficaces para aprender y consolidar el uso del euskara.

El Certificado Bai Euskarari ha cumplido diez años con un objetivo tan simple como firme: incidir en la euskaldunización del ámbito socioeconómico. Además de señalar que el euskara puede emplearse en el trabajo, argumentábamos entonces que también ofrece beneficios evidentes a las empresas, tales como ser un valor añadido por aportar un elemento del que carecen las entidades que no usan la lengua vasca. Además es un factor competitivo, contribuye a aumentar la fidelidad de la clientela hacia las entidades, da una respuesta profesional a la demanda, transmite confianza y cercanía, incide en la motivación interna y en la satisfacción de las personas, mejora la imagen de la entidad y su credibilidad ante los clientes... en definitiva, toda una batería de ventajas que hacen que el euskara sea una apuesta estratégica e innovadora para cualquier entidad.

Aunar esfuerzos y caminar todos en la misma dirección fue nuestro desafío, y hoy nos reafirmamos en él. Somos corredores de fondo, y si pretendemos llegar en plena forma a la meta de esta maratón, es preciso contar con buenas reglas de juego, con la planificación apropiada, además de ánimo y recursos adecuados. Por otro lado, es una maratón un tanto especial el nuestro, pues cada entidad emprende la marcha desde su punto de salida particular; algunas ya han realizado una apuesta incondicional por la normalización; otras, en cambio, acaban de empezar. Pero, sea cual sea el punto de partida de cada cual, a todos nos corresponde dar un paso firme hacia adelante.

Más de 1.500 empresas, establecimientos y entidades de todo tipo han conseguido ya el Certificado Bai Euskarari. Todas las entidades que lo han obtenido están trabajando con ahínco por ampliar su oferta en euskara, ofreciendo así un servicio equitativo y de calidad. Son entidades de actividades y funcionamientos diversos, variadas en cuanto a su composición, origen y objetivos, pero todas tienen en el punto de mira responder adecuadamente a la sociedad. Por ello, muestran la voluntad de trabajar a favor de la promoción del euskara, ya que con ello se favorece el desarrollo y bienestar de la propia sociedad.

Nuestra meta es que estas entidades ofrezcan sus servicios en euskara y consigan trabajar en esta lengua. Algunas de las medidas son llevadas a cabo en poco tiempo, como la elaboración de rótulos o publicidad en euskara. Para otras, en cambio, es necesario un periodo más prolongado: por ejemplo, euskaldunizar a las personas que trabajan en una empresa puede suponer algunos años. Del mismo modo, que una organización llegue a funcionar íntegramente en euskara puede llevar unos cuantos años.

Este proceso ha puesto de manifiesto asimismo que cada uno ha de asumir sus responsabilidades, pero en esta maratón existen corredores a los que les corresponde ser líderes de facto y de iure en la normalización de nuestra lengua. Fue en el acto celebrado en el Parque Tecnológico hace diez años cuando subrayamos la importancia del trabajo en común, la coordinación y la sintonía adecuadas; más aún, estos elementos son clave a la hora de hablar del lugar que debe ocupar, o debería ocupar, el euskara en el mundo laboral. Los agentes que trabajamos en este ámbito tenemos que aunar fuerzas, y multiplicarlas si es necesario, en la misma dirección. Hemos destacado en muchas ocasiones que no podemos permitirnos el lujo de malgastar fuerzas, tiempo ni recursos, y que la administración, además de liderar, debe buscar la complementariedad con los proyectos que se desarrollan con éxito, dejando a un lado toda duplicidad.

Por último, quiero decir que dar las gracias, hoy, resulta insuficiente. Nos corresponde aplaudir la actitud de las entidades que ostentan el Certificado Bai Euskarari, reforzar su voluntad y difundirla a los cuatro vientos. Como veis, difícilmente cabe expresar todo ello en dos palabras; sin embargo, intentaré hacerlo con una sola: ¡Enhorabuena!

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