Final de la NBA
Anillo para los Lakers tras remontar en el séptimo duelo
Los cinco minutos finales del encuentro subieron la intensidad de una final con más emoción que buen juego, en la que Kobe Bryant volvió a ser el mejor.
Izkander FERNÁNDEZ
El séptimo partido de la final de la NBA, el destinado a ser el que pasará a la historia, terminó con un triste 83-79. Los Lakers de Los Angeles consiguieron un nuevo anillo tras derrotar a Boston Celtics en el último asalto de unas series finales marcadas por la intensidad y la emoción pero sin juego bonito. La serie ha sido una partida de ajedrez entre los dos técnicos; Phil Jackson y Glenn Doc Rivers han actuado como el gato y el ratón, proponiendo, corrigiendo y contrarrestando en ocasiones dentro de un mismo partido.
La final arrancó con triunfo de los Lakers pero los Celtics empataron en seguida. El tercer punto lo decidió Derek Fisher para los californianos. Entonces apareció en escena la mejor versión de los Celtics con una aportación paranormal de su segunda unidad. El mejor momento de Boston coincidió con los problemas físicos de Andrew Bynum y el consecuente desgaste del juego interior angelino.
Con Gasol solo ante el peligro, Rivers no dudó a la hora de volcar su juego en la pintura. Boston se puso por delante y obligaba a los Lakers a ganar los dos últimos partidos en su cancha.
De cara al sexto partido Bynum se recuperó y Jackson provocó que sus hombres defendiesen más. El empate a tres auguraba un desempate con sabor a clásico. Pero salvo la emoción, no hubo ninguna similitud con las finales de los 80.
Intensidad y remontada
El último partido fue el resumen de toda la serie. Los Lakers arrancaron centrándose en Gasol y Bynum, pero los Celtics defendieron con tal intensidad que desmontaron el juego rival.
En la otra canasta, Los Angeles no apretaba tanto, así que Rajon Rondo y Paul Pierce aprovecharon para sacar ventaja y terminar el primer cuarto 14-23, tras lo que el partido entró en una serie de impulsos. El primero lo protagonizó Ron Artest, pero Pierce hizo que todo quedase igual al descanso (34-40).
Garnett tuvo su momento en el tercer cuarto y los Celtics se ponían 13 arriba. Entonces apareció Bryant, junto a Gasol, Fisher y Artest, y sobrevoló el fantasma de la remontada.
Los últimos minutos fueron de infarto: triples, robos... el anillo podía caer a favor de cualquiera. Al final, los Lakers obtuvieron la ventaja clave y el anillo se quedó en Hollywood.
Phil Jackson, entrenador jefe de Los Angeles Lakers, suma once anillos como técnico, seis en los Chicago Bulls y cinco con la franquicia angelina, y uno como jugador, en la temporada 1972-1973 cuando militaba en los Knicks.
El eterno duelo entre el verde de los Celtics y el amarillo de los Lakers ha sido uno de los pocos alicientes de una final de la NBA muy poco brillante en el que han sido principales protagonistas la táctica y las fuertes defensas.
El verano promete ser caliente en la NBA. Al menos tres estrellas de primer nivel serán agentes libres y tendrán total libertad para negociar sus contratos con las franquicias que ellos prefieran. LeBron James, Dwyane Wade y Dirk Nowotzki no tienen claro si se quedarán en Cleveland, Miami y Dallas, respectivamente, de cara a la temporada que viene.
El caso de LeBron será el más seguido. Tras haber fracasado estrepitosamente esta temporada pese a estar rodeado de un equipo construido a su medida, el «elegido» no ha confirmado todavía si saldrá de la disciplina de los Cavaliers o no. Wade y Nowitzki, por su parte, son presas del descontento en sus actuales hogares. Si en sus respectivos equipos no son capaces de armar un conjunto con posibilidades, no dudarán en coger la maleta.
Al acecho habrá un montón de ojos. De esta forma, franquicias como Houston Rockets o New York Knicks tienen suficiente masa salarial liberada como para afrontar el fichaje de una de estas estrellas de primer nivel y volver a la élite.
I.F.