MUNDIAL 2010 El equipo de Eto'o se la juega ante Dinamarca
20 años del gran zarpazo de los «leones indomables»
En el Mundial de Italia, Camerún consiguió ser la primera selección africana en alcanzar los cuartos de final. Sólo Inglaterra les apeó del campeonato tras haber ganado en el partido inaugural a la campeona Argentina.
Beñat ZARRABEITIA
La leyenda de los «leones indomables» se empezó a gestar en 1982, cuando la selección camerunesa debutó en una Copa del Mundo. De la mano del francés Jean Vincent, antiguo técnico del Caen y Nantes, un grupo de semidesconocidos futbolistas africanos llegó a tierras gallegas para disputar sus partidos del Mundial celebrado en el Estado español.
A priori, eran la cenicienta del grupo, ya que tenían que enfrentarse a combinados tan teóricamente superiores como la histórica Italia, a la postre campeona, o las entonces potencias Polonia y Perú.
Sin embargo, Camerún consiguió realizar un papel más que digno y se volvió para casa sin haber perdido un solo encuentro. Sendos empates a cero ante centroeuropeos y andinos, más otra igualada a uno frente a los transalpinos. Mbila fue quien anotó el único tanto de los cameruneses.
La cita sirvió para dar a conocer a un portero de maneras felinas llamado Tommy N'Kono. Ágil, de grandes reflejos, capaz de realizar paradas con una sola mano y acostumbrado a jugar con pantalón largo. Unas referencias que convencieron al Espanyol para ficharlo. La apuesta no pudo salir mejor a la escuadra periquita, ya que N'Kono es una de las grandes figuras de la historia del cuadro blanquiazul y uno de los personajes con mayor ascendencia dentro del entorno del conjunto catalán. Junto a él, también destacó un veterano delantero llamado Roger Milla y que por entonces militaba entre las filas del Bastia corso.
Camerún no repitió presencia mundialista hasta ocho años después, pero por el camino consiguió dos entorchados de la Copa de África y otro subcampeonato en la misma competición. Eran los tiempos en los que el fútbol africano continuaba siendo un enigma y eran escasos los futbolistas de dicho continente que jugaban en otros torneos europeos que no fueran el del Estado francés.
Quizá por ello no se esperaba gran cosa del concurso de los «leones indomables» en la cita de 1990. De hecho, para conformar su lista, el ruso Valeri Nepomniachi tuvo que echar mano de Roger Milla que, a sus 38 años se había ido a jugar nada menos que al paraíso natural, pero para nada futbolístico, de Islas Reunión.
El estreno era complicadísimo. En el partido inaugural y ante la vigente campeona Argentina. Fue una de las grandes sorpresas de la historia de la Copa del Mundo. Un gol de Oman Biyik sirvió para derrotar a la albiceleste y dar inicio a una de las mayores hazañas del fútbol africano. Los mencionados Milla y Oman Biyik, junto al medio Makanaky -que luego pasó por el Málaga- y el trío de porteros formado por N'Kono, Bell y Songo'o eran los futbolistas más conocidos. Salvo Milla, ya en su retiro isleño, el resto jugaba en equipos del campeonato galo.
Surge el veterano MIlla
Con la victoria ante los de Maradona en el zurrón, los cameruneses afrontaron el choque ante la Rumanía de Hagi sin presión. Así, dos goles de Milla hicieron inútil el tanto de Balint. La celebración del delantero africano, que incluía un particular bailecito junto al banderín de córner, dio la vuelta al mundo.
Camerún se había colado en octavos y de nada importó el cuatro a cero encajado ante la Unión Soviética en la última jornada de la fase de grupos. Su rival en la siguiente fase era Colombia. Equipo dirigido por Maturana y que destacaba por su fútbol de toque y las excentricidades de Higuita y Valderrama. En una de ellas, el meta cafetero salió de su área con el balón en los pies hasta medio campo y acabó cometiendo un error garrafal. Milla le arrebató el balón y marcó a placer. Camerún venció por dos a uno en la prórroga y se metió en cuartos de final. Se convirtió así en la primera selección africana en conseguir tal logro.
En un partido histórico y con todo un país detrás apoyando al sorprendente combinado, se midieron a Inglaterra, origen de este deporte y conjunto que pasa por ser tan favorito como irregular. De hecho, los africanos llegaron a ir por delante en el marcador hasta en dos ocasiones, pero un tanto de penalti anotado por Gary Lineker mandó a casa a unos «leones indomables» que se habían ganado la simpatía y el respeto de todos sus rivales.
En sus siguientes participaciones, Camerún no ha logrado repetir el nivel exhibido en Italia. Ha estado en 1994, 1998 y 2002, pero no ha pasado de la primera fase. Hoy podría tener que hacer las maletas si cae ante los daneses.
El otro gran éxito de los «leones indomables» es la consecución de la medalla de Oro en los Juegos de Sidney. La escuadra comandada por Eto'o venció a España en la tanda de penaltis tras empatar a dos contra los chicos de Iñaki Sáez.