Acuerdo estratégico independentista
La hora de una nueva mayoría
Unai ZIARRETA
Ex presidente de Eusko Alkartasuna
EA «se constituye como partido político nacionalista que dirige su acción política organizada al logro de la plena liberación nacional y social de Euskadi. EA proclama el derecho del Pueblo Vasco a ejercer su libre determinación para constituir un Estado Vasco reunificado e independiente». Estas palabras nunca han sido para mí una declaración meramente retórica. Constituyen el artículo 1 de los Estatutos de mi partido, el motivo por el que me afilié hace ya muchos años, el principio fundacional que ha dirigido todas las decisiones de EA desde su nacimiento hasta situar hoy a Euskal Herria en los prolegómenos de una nueva etapa política.
En línea con ese primer objetivo programático, el acuerdo entre EA y la Izquierda Abertzale es consecuencia lógica de la trayectoria que iniciamos en 1986, es fruto del trabajo y de los anhelos de muchos años, la consecución de un objetivo largamente deseado: la colaboración de los y las independentistas de este país para dar juntos pasos firmes y concretos hacia el Estado Vasco, por vías políticas y democráticas, exclusivamente pacíficas. Siendo ésa una aspiración histórica de EA, a lo largo del camino que nos ha traído hasta aquí ha habido muchos momentos importantes. Y también puntos de inflexión como el de verano de 2008. Hasta entonces habíamos participado con el PNV en una apuesta común por un Nuevo Estatuto Político, por una Consulta Popular, por llegar hasta la confrontación democrática con el Estado español si fuera necesario. Pero aquel verano quedó claro que el camino abierto con el PNV se había convertido en un camino a ninguna parte. Fue el presidente del EBB el que disipó cualquier posible duda el día que se comprometió a acatar la decisión del Tribunal Constitucional, fuera la que fuera, incluso aunque significara negar el derecho de la sociedad vasca a pronunciarse sobre su futuro. Aquella dejación en la defensa de nuestros derechos como Pueblo vino a confirmar que a Euskal Herria le había llegado el momento de construir una nueva mayoría, social y política, por la independencia. Ésa y no otra ha sido la apuesta estratégica de EA. Por coherencia con nuestros principios ideológicos, por encima de intereses partidistas y electoralistas y asumiendo todos los riesgos y todos los costes que una decisión de ese tipo siempre conlleva en la política.
En EA podemos decir hoy que el esfuerzo merece la pena. En colaboración con todas las personas reunidas en el Palacio Euskalduna estamos contribuyendo a estructurar una nueva mayoría independentista que va a llevar a Euskal Herria -ya lo está haciendo en realidad- a un nuevo tiempo político y que forzará a las demás formaciones políticas y al propio Estado español a redefinir sus actuales posiciones.
Hemos dado un paso importante, sí, pero todavía estamos en el inicio de un camino que a buen seguro tendrá altibajos y que nos obligará a todos a asumir nuevos compromisos. Debemos ser conscientes de que vamos a encontrar obstáculos, pero también debemos saber que si somos firmes en la defensa de los principios recogidos en el acuerdo presentado ayer, siempre abiertos al trabajo en común con abertzales e independentistas, la victoria nos aguarda al final del camino.