China matiza que no relajará el control sobre el valor del yuan
Pese al anuncio de una mayor flexibilidad en la cotización del yuan, que había motivado la euforia de EEUU, la Comisión Europea y el FMI, el Banco Popular de China enfrió ayer esa alegría al matizar que dicha medida no será inmediata sino gradual y que mantendrá el control sobre el valor de su moneda porque «no hay motivos para permitir mayores fluctuaciones».
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El Banco Popular de China (central) emitió ayer un nuevo comunicado en el que indica que la flexibilización del yuan, anunciada el sábado y aplaudida por Estados Unidos, la Comisión Europea y el FMI no se llevará a cabo de golpe.
El nuevo comentario, al igual que el primero publicado en la página web de la entidad, matiza que la anunciada flexibilización del yuan o «renminbi» («moneda del pueblo») será gradual y que el tipo cambiario de la divisa «se mantendrá a un nivel razonable y equilibrado».
«En la actualidad no existen motivos para permitir mayores fluctuaciones o cambios en el tipo cambiario del renminbi», señala el comentario, en el que un portavoz de la entidad bancaria añade que el objetivo es «salvaguardar la macroeconomía y la estabilidad financiera».
Mantendrá el control
La banca central china indicó que las autoridades deben mantener el control de «las fluctuaciones de las tasas de cambio», lo que deja entender que las autoridades van a seguir manteniendo su influencia sobre el valor del yuan y no permitirán que se aprecie rápidamente.
La «estabilidad fundamental» del yuan se va a mantener, añadió. El matiz viene a enfriar la euforia de Estados Unidos ante el comunicado del sábado, en el que el banco anunció un aumento de la flexibilidad de la cotización de la moneda china.
EEUU urge a Beijing a revaluar su moneda porque cree que favorece las exportaciones baratas chinas y perjudica el déficit comercial estadounidense. Las críticas contra la política cambiaria china arreciaron ante la próxima cumbre del G-20 (grupo de países ricos y emergentes), y no sólo desde EEUU. En esta cumbre, que se desarrollará en Toronto y a la que asistirá el presidente Hu Jintao, China había descartado tratar un posible encarecimiento del yuan que ayude a frenar las exportaciones chinas.
Algunos comentarios tanto en la prensa como en los foros de internet chinos critican que el Gobierno chino haya cedido a la presión extranjera, mientras que algunos economistas creen que es una manera de evitar conflictos en Toronto. El anuncio del sábado no indicaba literalmente una revaluación del yuan, pero fue interpretado así por la prensa y los gobiernos extranjeros. La declaración era muy diferente en el tono de las recientes expresiones de miembros del Gobierno, que negaron repetidamente modificaciones en la política cambiaria del yuan y se opusieron a las presiones internacionales. La moneda china se desvinculó en 2005 de un cambio fijo con el dólar en 8,2 yuanes la unidad y creó un mecanismo cambiario sobre la base de una cesta de divisas que ha favorecido que la moneda china se revaluara hasta un 21% (6,83 yuanes por dólar) en 2008. En ese momento Pekín frenó la tendencia por la crisis global, con el objetivo de apoyar sus exportaciones e impedir pérdidas de empleo en la industria del país, que emplea a millones de personas.
El senador estadounidense Charles Schumer, demócrata con importante peso político, acusó a las autoridades chinas de «echarse atrás» en su compromiso de flexibilizar la política cambiaria del yuan, y abogó por endurecer la política estadounidense hacia Beijing para propiciar más cambios. «Sólo un día después de todo el jaleo que provocó que finalmente los chinos fueran a cambiar su política, ya se están echando atrás. Esto confirma nuestro escepticismo inicial», afirmó Schumer. «Sólo una ley potente conseguirá que los chinos cambien y detengan la sangría de puestos de trabajo y riquezas que pierde Estados Unidos como consecuencia de las políticas comerciales injustas», agregó.
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