
Los talib�n recuerdan que faltan a�n 150.000 soldados por mandar a casa
La comandancia talib�n ha reaccionado a la sustituci�n del comandante en jefe de las tropas ocupantes en Afganist�n, Stanley McChrystal, con una mezcla de indiferencia y desaf�o, al advertir que seguir� luchando hasta la expulsi�n de todos los ocupantes. Mientras tanto, las loas a la estrategia del general depuesto contrastan con la realidad sobre el terreno: los mandos se suceden pero la situaci�n para los ej�rcitos extranjeros empeora a cada hora que pasa.
GARA |
Los talib�n anunciaron ayer que seguir�n la lucha tras la destituci�n del general Stanley McChryistal por parte del presidente de EEUU, Barack Obama, y su sustituci�n por el general David Petraeus al frente de la ocupaci�n en Afganist�n.
�No nos importa qui�n manda, McChrystal o Petraeus. Nuestra posici�n es clara. Seguiremos combatiendo a los extranjeros hasta su retirada�, declar� a la agencia AFP Yusuf Ahmadi, portavoz habitual de la comandancia talib�n.
Se trata de la primera reacci�n oficial de la resistencia afgana tras la grave crisis generada en EEUU por las confesiones del general destituido. Una crisis que no pocos han comparado con la destituci�n del general MacArthur por el entonces presidente Truman y que coincide -o no tanto- con un momento cr�tico para los planes de Obama.
Con 79 soldados muertos en tres semanas -10 de ellos el pasado mi�rcoles-, junio de 2010 es ya con diferencia el mes m�s mort�fero para los ocupantes en los ocho a�os y medio largos de campa�a militar afgana.
En los �ltimos tiempos mueren diariamente una media de entre tres y cuatro soldados extranjeros. Pero en lo que va de mes, con la del mi�rcoles es la tercera vez en que caen diez en un solo d�a.
Junio no ha acabado pero las bajas aliadas superan las del tramo de julio a octubre de 2009, que hasta ahora destacaba por ser el m�s mort�fero para EEUU y sus aliados en el terreno.
Balance de McChrystal
Diplom�ticos de los pa�ses aliados no han escatimado elogios para la estrategia del destituido general de cuatro estrellas.
�Antes de McChrystal, esto era un corral lleno de pollos sin cabeza corriendo de un lado para otro. Hoy todo el mundo va en una misma direcci�n�, se�ala uno de ellos protegido por el anonimato en Kabul. �McChrystal era el mejor comandante de la OTAN que ha conocido Afganist�n. Y el problema es que era seguramente el �nico capaz de poner en marcha el plan� u hoja de ruta que dise�� el propio general cuando fue nombrado para el puesto en 2009.
No opina lo mismo Abdul Jalil, funcionario municipal de Kandahar, basti�n y s�mbolo de la resistencia talib�n. �Desde su llegada, los combates se han recrudecido. El Gobierno sigue sin tener bajo control Kandahar y hay cada vez m�s distritos en manos de los talib�n�. Nadie duda de que 2010 ser�, al ritmo actual y para los ocupantes, el peor a�o de la campa�a militar iniciada en octubre de 2001. Y eso que 2009 bati� todos los records con 520 bajas militares.
Stephen Biddle, analista de Nueva York, lo reconoce pero busca su lado �bueno�, o simplemente macabro. �Es cierto que la destrucci�n ha aumentado. Pero podemos ganar�, dice.
El contingente actual de 142.000 soldados alcanzar� la cifra de 150.000 en agosto cuando se completen los refuerzos anunciados hace un a�o por Obama en el marco de la estrategia que comandaba sobre el terreno hasta ahora el general destituido.
La CIA ha firmado un contrato por valor de 100 millones de d�lares con la compa��a de mercenarios Blackwater Worldwide para que aseguren sus instalaciones en Afganist�n y en otros escenarios de guerra.
El Departamento de Estado firm� la pasada semana un contrato para el suministro de servicios de protecci�n en Afganist�n con la compa��a Xe.
Blackwater fue rebautizada como Xe tras haberse visto implicada en un sinf�n de esc�ndalos en Irak, en particular la muerte de decenas de civiles en Bagdad en setiembre de 2007. Washington le retir� el servicio de protecci�n de sus diplom�ticos en mayo de 2009.
El ministro iraqu� de Interior orden� en febrero la expulsi�n de 250 mercenarios de Blackwater presentes en el pa�s en el momento del tiroteo sangriento en setiembre de 2007 en Bagdad. Se trataba de agentes de seguridad de la firma que estaban presentes en Irak en el momento en que cinco de sus �camaradas� abrieron fuego contra una multitud matando a al menos 17 personas.
Tras el esc�ndalo, el Gobierno iraqu� retir� la licencia de explotaci�n a Blackwater, la mayor empresa de mercenarios utilizada por EEUU en Irak y cuyos contratos se elevaban a cientos de millones de d�lares anuales. La firma perdi� su contrato de protecci�n de diplom�ticos hace ahora poco m�s de un a�o. GARA