Landon Donovan, el héroe americano que clasificó a Estados Unidos en el último suspiro contra Argelia, dirigirá al equipo de Bob Bradley a la conquista de los cuartos de final de la Copa del Mundo en el choque revancha contra Ghana, la gran esperanza africana, que los eliminó en 2006.

El tanto contra Argelia le puede reportar diez millones de dólares en contratos publicitarios a Donovan, superviviente del equipo que compitió en el Mundial de Alemania 2006 y el jugador que más veces ha lucido el brazalete de capitán.

La conjunción de los jugadores con su técnico, Bradley, ha hecho del equipo estadounidense un equipo aguerrido, temible para cualquier adversario porque no cesa de luchar hasta el último pitido del árbitro. Además, Bradley podrá contar con todos sus jugadores para este encuentro, ya que no tiene lesionados ni suspendidos, y recupera a Findley, una vez cumplido su castigo.

Ghana, por su parte, estará presente por segunda vez consecutiva en las rondas eliminatorias de un Mundial, algo que sólo había conseguido otro equipo africano, Nigeria, en 1994 y 1998. Con la enorme presión de tener a todo el continente detrás, una vez eliminados los otros cinco africanos, los ghaneses aspiran a seguir adelante con el único cambio de Adiyiah en sustitución de Asamoah.