Perderse entre las obras que muestra Ekain Arte Lanak en la exposición «Juan Kruzeri/A Juan Cruz» podría ser como hacer un viaje en el tiempo. El que fuera su fundador, Juan Cruz Unzurrunzaga (Zarautz, 1939), abrió las puertas de este proyecto en 1999, precisamente, con obras de los mismos seis artistas que ahora exponen en el local de la Parte Vieja donostiarra. Son los trabajos de seis artistas vascos consagrados, pero, por encima de todo, son los trabajos de seis amigos que recuerdan la figura de Unzurrunzaga. Son Vicente Ameztoy, Rafael Ruiz Balerdi, Eduardo Chillida, Gonzalo Chillida, Juan Luis Goenaga y José Luis Zumeta, respectivamente. Aunque de todos ellos Zumeta y Goenaga son los únicos que viven actualmente, los familiares del resto de los autores han colaborado para que la muestra, abierta desde ayer y hasta el 27 de julio, fuera posible.

El próximo 13 de julio se cumplirá una año desde que Unzurrunzaga falleciera tras una enfermedad y, desde entonces, su sobrina Rita Unzurrunzaga lleva las riendas de la galería, aunque se incorporó hace cinco años. Mientras hacemos un pequeño recorrido por la galería, Rita se muestra emocionada y cuenta que, en realidad, la selección de los artistas fue un hecho casual, como si el destino lo hubiese decidido de tal manera: «En nuestro fondo tenemos a un gran número de artistas, pero un día entre papeles encontramos una nota de prensa de cuando abrió Ekain. En ella se daba noticia de la exposición inaugural, donde se recogían las obras de los mismos seis autores que ahora hemos reunido. Nos pareció la mejor elección contar con ellos para rendir este homenaje».

La única condición que debían de cumplir las obras es que fueran piezas pequeñas, «dada la dimensión del local», pero también para resaltar que es «un colectivo pequeño, pero de gran importancia en cuanto a las obras y sus autores». La de Eduardo Chillida es una obra gráfica en papel y todas ellas, excepto una, pertenecen a una serie. «Ésta de aquí, que no tiene número, es una pieza única que Eduardo le dio a mi tío. Él dejó por escrito en sus voluntades que se pusiera a la venta y que se donara el dinero a sendos orfanatos de Trinidad, en Bolivia, y de Rabat, en Marruecos». De Balerdi, se muestran cinco imágenes, realizadas en la década de los 80, casi caóticas, que parecen haberse trazado al azar y de intensísimos colores, donde se combinan el fucsia con el naranja y los verdes con los azules. Él no es el único que ha llegado a la exposición con vivos tonos; los seis lienzos de Zumeta, que ha pintado especialmente para la ocasión y por lo tanto, se exponen al público por primera vez, exhiben todo un abanico de brillantes colores. «Goenaga ha venido con estos paisajes, que al igual que José Luis Zumeta, ha creado pensando en la exposición. Vistos desde cerca parece que no es nada concreto, incluso el óleo coge volúmen, síntoma de su habitual expresionismo abstracto; aunque la figura siempre está presente. Precisamente, según te alejas de la imagen, se distingue que es un bosque, un río, una persona...-cuenta Rita-. Son los paisajes naturales que rodean su casa de Alkiza. Me parecen maravillosos».

Los de Vicente Ameztoy son las figuras en acuarela de Adán y Eva que pintó en 1981. Aunque pertenecen a la colección privada de la familia, se mostrarán durante el mes que dure la exposición. Son, a su vez, las dos únicas piezas de toda la muestra que no están a la venta, aunque sí habrá serigrafías y obras gráficas a disposición del interesado.