Cuando parecía que ya nada nuevo podía suceder, la Fórmula Uno tuvo que recurrir ayer de nuevo a su libro reglamentario para solventar varios desaguisados que se fueron formando de manera constante a medida que avanzaba la carrera. Investigaciones, sanciones y penalizaciones se concatenaron y aún no se puede descartar que haya ligeros cambios en las clasificaciones que deparó la FIA en la tarde de ayer.

Mark Webber se erigió en el protagonista absoluto de la jornada, aunque no, seguramente, como a él le hubiera gustado. El australiano realizó una incomprensible y, a su vez, terrorífica salida, que le hizo caer desde la segunda hasta la octava plaza antes de finalizar la primera vuelta. Vettel se afianzaba en el liderato, mientras que Alonso seguía de cerca a Hamilton para hacerse con la segunda plaza.

Sin embargo, la participación de Webber mantenía aún otra impactante sorpresa que movería por completo la marcha de la carrera. Discurría la décima vuelta, cuando el australiano, en un intento de pasar a Heikki Kovalainen, se comió el Lotus y salió volando a varios metros del suelo. El accidente, con looping, giro de 360 grados y golpe contra neumáticos incluido, resultó terrible, y a pesar de que Webber resultara afortunadamente ileso, el incidente trajo una cascada de consecuencias que trastocó todo el Gran Premio.

Inmediatamente, saltó el safety car, pero la polémica no había hecho más que comenzar. El coche médico entró justo a la par de Hamilton y Alonso, y su labor de mediador pasó a ser de agitador. Hamilton aceleró, adelantando al safety, mientras que Alonso quedó justamente detrás del mismo. El hueco abierto entre el McLaren del piloto inglés y el asturiano, obviamente, fue en aumento. Por si eso fuera poco, el resto de pilotos aprovechó para entrar al pit-lane, logrando salir por delante del asturiano. El resultado dejó a Alonso en décima posición.

Los comisarios de carrera sancionaron al piloto de McLaren con un drive through, pero para entonces ya tenía una distancia suficiente y su paso por boxes no le supuso castigo alguno, más que alejarse de la victoria. Mientras, Alonso logró pasar a Hulkenberg, pero no pudo hacer lo propio con Sutil y Buemi. Y así finalizó la carrera, en su versión oficial.

Porque todavía quedaba más. En un intento por recompensar al asturiano, la dirección de carrera confirmó que había 10 pilotos bajo investigación, por supuestas irregularidades, sucedidas también con el safety en pista. Al final, cayeron cinco segundos de penalización para todos ellos ¯ De la Rosa, Petrov, Liuzzi, Hulkenberg, Buemi, Sutil, Button, Barrichello y Kubica¯, y en consecuencia Alonso finalizó octavo.

Con todo, destacables fueron las actuaciones de Barrichello, Kubica, Sutil y Kovayashi. Y es que, a excepción del ya nada sorprendente piloto polaco, el resto no ha tenido demasiadas opciones de situarse en posiciones tan nobles de la clasificación; aunque fuera como resultado de una de las carreras más convulsas que se recuerdan.