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Mundial 2010 Cuartos de final

Cuentas pendientes en un choque entre aristócratas

Máxima rivalidad y tensión entre argentinos y alemanes con el billete para las semifinales en juego.

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Beñat ZARRABEITIA

La tensión entre las delegaciones de las selecciones argentina y alemana ha ido in crescendo durante las últimas horas. El clásico mundialista ha cogido una nueva dimensión tras las declaraciones efectuadas por los componentes de ambos conjuntos en los días previos. El choque de hoy, a partir de las 16.00 hora de Euskal Herria, cuenta con todos los ingredientes de un partido de cuartos. Dos combinados que han sido campeones, que cuentan con futbolistas de primer orden, más la duda hasta última hora del concurso de un griposo Messi y una rivalidad labrada en los últimos 25 años.

En Sudáfrica, el primero en abrir fuego fue Schweinsteiger. El centrocampista alemán acusó a los argentinos de ser excesivamente «agresivos» y de «provocar a los contrarios». Maradona no tardó en contestar a Schweini y preguntarle: «¿De qué tiene miedo?». Según el pelusa, en la albiceleste únicamente piensan «en saltar a la cancha y tomarnos la revancha de 2006».

El capitán de Alemania, Philipp Lahm, tampoco se quedó callado y acusó a los argentinos de «intentar condicionar al árbitro antes del choque». Asimismo, añadió que «no saben perder. Mañana, cuando les gane- mos veremos que reacción tienen al concluir el choque». Para añadir más leña al fuego, una leyenda como Matthaeus indicó que «Maradona no tiene sistema y sí problemas en defensa porque Demichelis no está en su mejor estado de forma».

El pique entre ambas selecciones no es nuevo. El último choque de trenes se produjo hace cuatro años en territorio germano. También en cuartos, Alemania y Argentina concluyeron el partido con empate a uno. Tras la prórroga, el envite se decidió en la tanda de penaltis. Los germanos hicieron mejor sus deberes. El preparador de porteros Kopke visualizó cientos de lanzamientos de los jugadores argentinos antes del torneo y previo a la tanda entregó a Lehmann una nota donde se señalaba hacia donde tiraban los penaltis la mayoría de albicelestes. El meta le hizo caso y al detener dos lanzamientos metió a su equipo en semifinales.

Sin embargo, el encuentro no acabó ahí. Mientras la mayoría de jugadores alemanes festejaban la victoria, se produjo una agresión de Cufré a Mertesacker. El hecho derivó en una tremenda trifulca en la que participaron buena parte de los integrantes de ambas escuadras y el director deportivo de la Mannschaft, Oliver Bierhoff. El que fuera delantero del Milan se encaró con Ayala y Heinze, entre otros. En medio de la tángana, Maxi Rodríguez agredió por la espalda a Schwensteiger y Frings pateó a Cufré y Julio Cruz.

Los dos episodios anteriores se desarrollaron en sendas finales del Mundial. En 1986, el combinado dirigido por Bilardo se impuso por tres a dos. Tras dos exhibiciones de Maradona ante Inglaterra y Bélgica, la albiceleste tuvo que echar mano de actores secundarios para hacerse con el cetro. El central Brown y Valdano adelantaron a los argentinos, pero tras la reanudación Voller y un renqueante Rummenigge empataron la contienda. Finalmente, cuando apenas restaban siete minutos para la conclusión de la contienda, Burruchaga decidió. Segundo título para Argentina.

Cuatro años después, volvieron a verse las caras en la final de la Copa del Mundo. Minutos antes del choque, Maradona insultó al público, con aquello de «hijos de puta, hijos de puta» para quien silbaba el himno de su país. La albiceleste sólo ganó dos encuentros en el torneo, salió al campo con demasiada tensión y Alemania acabo imponiéndose merced a un dudoso penalti marcado por Brehme. Los sudamericanos acabaron con nueve tras un choque muy bronco. Esta tarde llega el cuarto asalto sin un favorito claro. .

«CORRER DESNUDO»

En la víspera del partido, Maradona aseguró que «correrá desnudo por Buenos Aires» en caso de que Argentina gane el Mundial. Antes, el director deportivo Bilardo aseguró que «se dejaría sodomizar» por el autor del tanto que dé la victoria a su equipo.

entre algodones

Joachim Löw ha guardado entre algodones a Ozil y Podolski. Ambos no se entrenaron el jueves por precaución, pero todo parece indicar que serán de la partida. Al igual que Messi en Argentina, pese a arrastrar un proceso gripal.

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