La situación de estancamiento político entre el Gobierno y la oposición que duda de los resultados derivados de las elecciones parlamentarias del 28 de junio de 2009 ha entrado ya en su segundo año, de modo que la crisis más larga de la historia del país no parece tener visos de solucionarse.

La oposición socialdemócrata anunció la semana pasada que mantiene su intención de no votar ninguna ley en el Parlamento para así obstaculizar el trabajo legislativo y evitar la aprobación de ninguna norma, algunas de las cuales requieren mayoría cualificada.

La oposición acusa al poder de fraude en las parlamentarias de 2009, que a su vez censura que los socialdemócratas estén preparando el terreno para boicotear las próximas elecciones locales.