Holanda y Uruguay se citan hoy con la historia a partir de las 20.30 en el Green Point de Ciudad del Cabo. El ganador accederá a la gran final y olvidará los fantasmas que le han acompañado en la Copa del Mundo durante las últimas décadas. Y es que tanto la Celeste como la Oranje han tenido que pasar sendas travesías del desierto después de haber protagonizado algunas de las más bellas páginas del campeonato.

Uruguay vuelve a una semifinal tras 40 años de ausencia. Su última presencia se remonta a 1970 cuando cayó frente a la mítica Brasil de Pelé, Jairzinho, Tostao o Rivelinho. Desde entonces, el mejor resultado de la Celeste habían sido los octavos de final. Quedando incluso fuera de los torneos de 1978, 1982, 1994, 1998 y 2006. El paso del tiempo y los resultados han provocado que los charrúas hayan sufrido una importante cura de humildad. Agravada por la no consecución de la Copa América y por los fiascos de los clubes del país en la Libertadores.

No obstante, siendo un país de tres millones de habitantes y situado entre dos gigantes balompédicos como Argentina y Brasil, el palmarés de Uruguay es grandioso. Dos veces campeón del mundo, ganador de la Copa América en catorce ocasiones, medalla de Oro olímpica en 1924 y 1928, además de los Juegos Panamericanos de 1983.

El escudo ha pesado sobre una ingente cantidad de futbolistas uruguayos, superados por la presión de tener que defender una elástica que ha conocido la gloria. Schiafino, Varela, Ghiggia o Francescoli son algunos de los mitos vivientes de la selección charrúa. Siendo el mayor logro la victoria en el Mundial de 1950. El «Maracanazo» engrandeció la leyenda celeste y provocó una enorme depresión nacional en Brasil.

En la jornada de hoy, una nueva generación comandada por Diego Forlán tiene la oportunidad de enterrar todos los miedos y frustraciones acumulados durante las últimas décadas y devolver a Uruguay a la élite.

Tabárez contará con la baja de Luis Suárez. Su ausencia será cubierta por Cavani, buen delantero del Palermo. Otro genuino representante de la nueva generación de jugadores, casi todos actúan en Europa, que han llevado a la Celeste a la primera plana internacional.

Enfrente estará Holanda. Un equipo que se ha sabido readaptar a la situación. Van Marwijk, un técnico poco conocido fuera de su país pero que ganó la UEFA de 2002 con el Feyenoord, ha entregado el timón del equipo a Robben y Sneijder, mientras que el resto de jugadores completa un once muy equilibrado.

La oranje busca su tercera final y, de paso, el primer título. Finalista en las ediciones de 1974 y 1978, cimentando la leyenda de la naranja mecánica, los tulipanes no disputan las semifinales desde 1998. Entonces, Hiddink dirigía la selección.

De nuevo con la cantera del Ajax es la base del combinado tulipán. Los mencionados Robben y Sneijder, además de otros titulares como Stekelenburg, Van der Wiel, Heitinga y De Jong o el también presente Van der Vaart se han formado en la escuela del conjunto ajaccied.

Los extremos vuelven a ser la referencia principal del equipo. Eso sí, un tanto atípicos. Un jugador de banda como Van Persie juega como falso nueve, mientras que Kuyt cae hacia la banda izquierda. Jugador de brega que aporta un trabajo impagable. Eljero Elia, una de las sorpresas más agradables en el Hamburgo, es la primera alternativa ofensiva desde el banquillo.

Siendo un buen equipo, Holanda está lejos de su mejor versión. Los tulipanes aún no han completado su transición, ya que jugadores de anteriores épocas como Gio, Ooijer o Van Bommel continúan formando parte del combinado oranje. Un bloque sólido, experimentado y con pólvora en ataque.

Para el choque de esta noche, Van Marwijk cuenta con varias dudas. En el calentamiento ante Brasil, el central Mathijsen sufrió problemas de rodilla y no pudo ser de la partida. Fue sustituido por un Ooijer que cumplió a la perfección. No obstante, todo indica que Mathijsen volverá al once. Por otra parte, prensa y afición están criticando el nivel de Van Persie y el jugador del Arsenal podría dejar su plaza al «cazador» Huntelaar.