Miro la primera página de «El Mundo» y me sobresalto: «Batasuna pierde a 200.000 fieles en sus convocatorias callejeras en tan sólo cuatro años». No me digan que no es espectacular. Pero, ¿cuántos eran? No lo hubieramos sabido si nos atenemos a las crónicas del propio «El Mundo», que siempre minimiza las convocatorias abertzales.

En páginas interiores el escriba de Pedro J. nos cuenta que los manifestantes de la izquierda abertzale «han caido de 483.361 a 296.862». La precisión sorprende, ¿verdad?

La fuente de información que maneja «El Mundo» es -cabía imaginarlo- el consejero de Interior, Rodolfo Ares que se ufana de «haber prohibido, con la ley en la mano, numerosos actos», lo que garantiza, sin duda, una menor participación. Y sigue el periodista desgranando argumentos un tanto surrealistas: «Con sus líderes en la cárcel y una presencia residual en las instituciones, que podría llegar a su fin tras las próximas elecciones municipales, forales y autonómicas de 2011, Interior aprecia menos capacidad de movilización entre el mundo abertzale». Ya me gustaría saber a cuantos movilizaba el PP si encarcelaran a todo el que se mueve.

No se crean que termina ahí el disparate. También habla de pérdida de apoyo electoral: «El proceso es paralelo a la evolución del voto a sus marcas electorales». Aunque matiza que «el propio Ares admite que el punto de inflexión fueron las ilegalizaciones de las distintas siglas herederas de Batasuna». Muy bueno.

Para confirmar todo lo anterior, el periodista de «El Mundo» se remite a «una policía antidisturbios», fuente fiable que destaca: «no sólo hay menos manifestantes sino que los que participan tiran menos cosas a los ertzainas que los custodian». Lo de «custodiar» parece una broma.

Pero al final se le escapa: «Para 2010 se prevén 5.226 manifestaciones que prodrían reunir de nuevo a más de 300.000 simpatizantes, más que en 2009. El origen de estos cálculos hay que hallarlo en lo sucedido en los primeros seis meses de este año (la izquierda abertzale ha salido 148 veces más que el pasado y ha sido capaz de atraer a 37.000 personas más». ¿En qué quedamos?