ELA y LAB hicieron ayer oficial su salida de Osalan, una decisión que adelantó GARA el pasado 11 de junio, y que fue provocada por la decisión del Ejecutivo de Lakua de solicitar fondos a la Fundación Laboral para la Prevención de Riesgos Laborales del Estado español.

Pero esta solicitud, hecha pública el 10 de junio, era la gota que colmó un vaso lleno de críticas a un organismo «ineficaz», según la mayoría sindical vasca, y que se suma a la misma tendencia que han detectado en otros como el Consejo de Relaciones Laborales y el Consejo Económico y Social, en los que también ambas centrales han adoptado la misma decisión.

ELA y LAB decidieron suspender su participación en Osalan «a todos los efectos y con carácter indefinido» hasta que existan garantías de que dicha participación «va a tener un valor en cuanto a contenidos» y reclaman que se tenga en cuenta la opinión de mayoría sindical vasca a la hora de definir las política públicas en materia de seguridad y salud laboral.

A su juicio, con al petición de los fondos de la fundación estatal, decidida con los votos de Confebask, CCOO y UGT, «Osalan se ha convertido en fuente de financiación». Explicaron que estos fondos son una parte de los excedentes de las mutuas de accidentes y enfermedades profesionales. Hasta ahora Lakua y Osalan mantenían que estos fondos deben ponerse directamente a disposición de la CAV, «sin necesidad de pasar por la ventanilla de la Fundación», que supone aceptar los criterios impuestos desde Madrid.

850.000 euros

Así, denuncian que se ha abierto la puerta a un «un modelo de reparto de fondos con el objeto de financiar a la patronal y a los sindicatos de ámbito estatal» y calculan que Confebask, CCOO y UGT se repartirán en torno a 850.000 euros.

ELA y LAB denunciaron que, de esta forma, Osalan se ha plegado al modelo estatal, «que ha fracasado en materia de seguridad y salud laboral» y retrocede en materia de autogobierno.

Añadieron que Lakua «apuesta por vaciar de contenido Osalan y ponerlo al servicio del mal llamado `dialogo social', alcanzando acuerdos sin contenido con la minoría sindical que en ningún caso suponen un avance contra la siniestralidad.

También criticaron que CCOO y UGT hayan decidido acompañar al Gobierno «en todo lo que haga en esta materia», en un contexto de recortes por parte de las administraciones, sumándose a los acuerdos entre patronal y Ejecutivo.