La última película de Rodrigo García supone un reencuentro con aquellas emociones que nos legaron sus dos primeros largometrajes: «Cosas que diría con sólo mirarla» y «Nueve vidas». En ellas, demostró una gran pericia técnica a la hora de crear atmósferas y, sobre todo, un tacto muy especial hacia las mujeres que habitan sus historias. Todo ello se traduce en un auténtico regalo para las actrices que, de muy diverso registro interpretativo, participaron en ellas. Tras el desencanto que supuso «Passengers», García retorna a los territorios que tan bien conoce, y regala al espectador una pequeña pieza de orfebrería emocional donde prima lo íntimo, y en la que no hay cabida para el subrayado gratuito, ni el artificio.

Perfectamente calibrada en cada una de sus intenciones, «Madre e hijas» es un fresco actual y muy reconocible cuya trama gravita en torno a las siempre complejas relaciones materno-filiales. Para tal fin, el autor se sirve de tres mujeres diferentes entre sí atrapadas en un momento muy determinante de sus vidas. Annette Benning, Naomi Watts y Kerry Washington son las tres actrices agraciadas en esta ocasión con tres personajes mimados en su perfil sicológico y emocional. A la veterana Benning, le corresponde el rol de una madre que en el pasado tuvo que dar en adopción a su hija (Watts) la cual, en la actualidad y tras perder a sus padres adoptivos, ejerce como prometedora abogada. Finalmente, a la afroamericana Kerry Washington le corresponde el rol de una mujer que no puede tener hijos y se plantea la opción de adoptar uno. Cada cual en su mundo particular, las tres protagonistas guían al espectador a través de un mapa íntimo que nos permite comprender su evolución personal a lo largo de una historia que, si bien gravita alrededor de ellas, permite la entrada a una serie de personajes secundarios que enriquecen con su testimonio sus respectivas vivencias cotidianas. Sin excesivos alardes visuales ni técnicos, García demuestra que es uno de esos contados autores que saben colocar la cámara en el momento y lugar apropiados.