La Comisión Europea ha abierto un debate sobre el futuro de las pensiones públicas en el conjunto de la UE. Aconseja que para garantizarlas se extienda la edad de jubilación a los 70 años y recomienda mejorar la rentabilidad de los fondos de pensiones, como una manera de compensación complementaria futura.

ELA y la Confederación Europea de Sindicatos (CES) se han pronunciado en contra de estas medidas. La central sindical que lidera Adolfo Muñoz, «Txiki», señaló ayer que «para aplicar los ajustes que está decidiendo el poder económico cada uno tiene otorgado un papel, y el de la Comisión Europea es orientar las políticas que deben hacer los gobiernos».

Tacha de «antisocial» esta propuesta y «cree que es una posición de ariete, haciendo unos análisis catastrofistas liderados por el poder financiero». Culpa a la Comisión Europea de «ocultar que el objetivo final de esas decisiones no es preservar las pensiones públicas, sino dar pasos para su privatización». El secretario general de la CES, John Monks, indicó que «no hay pruebas concluyentes de que un aumento de la edad de jubilación garantice que los trabajadores permanezcan más tiempo en el mercado laboral».

El propio comisario europeo de Empleo y Asuntos Sociales, Laszlo Andor, dijo en Bruselas que «ante la presión financiera que sufren algunos estados miembros, lo ideal no es tomar medidas de emergencia como presionar para aumentar la edad de jubilación, sino poner en marcha medidas a largo plazo». La pretensión de la Comisión Europea de alcanzar los 70 años en la edad de jubilación a partir del 2060 ha sentado bien al sistema financiero, aunque los agentes sindicales han precisado que supone «una alarma social innecesaria», porque «sólo beneficia al negocio del sector privado».

En este sentido, ELA y LAB se han pronunciado en repetidas ocasiones a favor de un sistema público de pensiones, puesto que esa es la mejor garantía para garantizar el futuro de las mismas. No obstante el comisario Andor reconoció que la UE deberá elegir entre «tener pensionistas más pobres» y «aumentar las contribuciones al sistema de pensiones o contar con más gente que trabaje más durante más tiempo».

Aunque los sindicatos le recordaron una tercera opción: «que se cree más empleo de calidad y que los empresarios jubilen a los trabajadores en la edad estipulada en cada país».