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El PNV niega que haya «espiado a nadie» y el PSE cree que hay más implicados

El hecho de que la Ertzaintza pudiera guardar datos personales sin autorización judicial, como ha destapado una investigación sobre una presunta trama de corrupción en Araba, provocó ayer una cascada de declaraciones donde el PNV niega espiar a nadie y PSE y PP le señalan.
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«El PNV no ha espiado a nadie y nadie ha hecho espionaje para el PNV», se defendió ayer el presidente del Bizkai Buru Batzar, Andoni Ortuzar. Vino a repetir lo ya dicho el día anterior por su homólogo alavés, Iñaki Gerenabarrena. Sin embargo, el portavoz jeltzale Joseba Egibar quiso mostrarse más tajante al asegurar que «si no ha habido orden judicial alguna, eso es un delito y una barbaridad. Y que esa información haya aparecido en manos de un afiliado del PNV también es grave».

Los peneuvistas tratan por todos los medios de que el presunto caso de espionaje en el que parecen estar implicados el dirigente alavés del partido Aitor Telleria y dos agentes de la Unidad de Información de la Comisaría de Gasteiz, no derive en la idea de que esta práctica podría haber estado más extendida durante los años en que el PNV ha gobernado la CAV. «Con independencia que haya habido al parecer ertzaias y después un informe en manos de no sé quien, esas cosas no pueden suceder», denunció Egibar.

Palabras del propio presidente del Gipuzku Buru Batzar que trataban de atemperar las acusaciones formuladas por el secretario general del PSE alavés, Txarli Prieto, quien se mostró convencido de que de ser ciertas las informaciones de que al menos cuatro personalidades fueron investigadas, toda esa información no podría haber sido recogida por dos personas. «Hace falta una red mayor», dejó entrever.

De la División Antiterrorista

Uno de los dos agentes apartados del servicio sería en la actualidad suboficial de la reciente División Antiterrorista de la Ertzaintza creada por la consejería de Rodolfo Ares. El otro ertzaina, según también las filtraciones habidas, «tiene conocidos vínculos con el PNV de Álava», según ``El Correo''.

Por su parte, Leopoldo Barreda, del PP, recordó ayer que este hecho «no tiene precedentes en la política vasca» y llegó a señalar que «había alguna fuerza política que había dejado de distinguir entre lo público y lo privado». Su compañero de partido, Antonio Basagoiti, advirtió al PSE alavés de que «si no deja de proteger a los jefes políticos de supuestos espías, está jugando con la estabilidad del Gobierno Vasco».

Ares mira hacia otro lado ante tanta filtración

El consejero de Interior, Rodolfo Ares, sorprendió ayer al asegurar que su Departamento actuará si las noticias que han trascendido en la prensa sobre este posible caso de espionaje llegan a confirmarse. «Si los datos que se están trasladando a través de los medios de comunicación se confirman, ésta es una cuestión gravísima», sostenía. Curiosamente, es su Departamento el que en este momento maneja toda la información al respecto. Ayer, el diario ``El Mundo'', a pesar del secreto de sumario sobre este caso -el conocido como ``De Miguel'»-, publicaba que el jelkide Aitor Telleria tenía en su ordenador datos sobre el alcalde de Gasteiz, Patxi Lazcoz, y el anterior del PP, Alfonso Alonso, del secretario general del PSE alavés, Txarli Prieto, del ex-presidente de la patronal añavesa José Manuel Farto, o del Síndico de Gasteiz, Javier Otaola. Uno de los supuetos `«espiados'', Prieto, llegó a decir ayer que se había enterado de que su nombre figuraba en esa información por lo aparecido en este diario. Por su parte, Rodolfo Ares echaba balones fuera ante tanta filtración y respondía que «en cuanto el juez nos autorice a trasladar esa información a presuntos afectados, lo haremos». GARA

sin abogados

El consejero de Interior adelantó ayer que los dos agentes implicados en esta presunta trama no contarán con asistencia jurídica del Departamento. «La prestamos sólo a quienes cumplen con su trabajo», argumentó

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