GARA > Idatzia > Mundua

ASTEA MUNDUAN

Tambores de guerra o la canción del verano

Dabid LAZKANOITURBURU

Periodista

Suele ser el verano fecha propicia para «aventuras» militares. Los últimos años dan prueba fehaciente de ello.

En julio de 2006, Israel lanzó la por ahora última operación de castigo contra Líbano. Su absoluta primacía aérea fue frenada en tierra por la resistencia de Hizbulah y sus ataques con cohetes katiusha contra la retaguardia israelí.

Dos años más tarde, agosto de 2008, rusos y georgianos se enzarzan en la «Guerra de los Cinco Días», un paseo militar del Kremlin ante el que los georgianos huyeron despavoridos. Tbilissi perdió definitivamente toda esperanza de reconquistar Abjasia y Osetia del Sur.

Verano de 2010. Resuenan tambores de guerra nunca silenciados contra Irán y muchos analistas, incluido Fidel Castro, dan por prácticamente segura la agresión militar.

No faltan signos que apuntan a ello. EEUU ha movido recientemente portaaviones hacia el Golfo Pérsico. La «Guerra Fría» entre Washington e Irán se calienta por momentos con nuevas sanciones que, casualmente, coinciden con la debilidad mostrada por la oposición iraní en el aniversario del contestado triunfo de Ahmedinejad. Los baluches suníes vuelven a escena con atentados y se suceden extraños casos de secuestros, desapariciones y en algún caso reapariciones como la del científico iraní Shahram Amiri.

Hizbulah saca músculo y EEUU acusa a Irán de preparar ataques contra sus bases permanentes en Irak.

¿Serpiente de verano? El tiempo lo dirá, pero más vale. Porque atacar Irán no sería abrir la Caja de Pandora. Supondría detonar una bomba de proporciones hasta ahora desconocidas.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo