Tras la adjudicación de Caja Sur, BBK sigue buscando compras para crecer, y «pendiente de futuras oportunidades de negocio», según reconoció ayer el presidente, Mario Fernández, a ELA, LAB, CCOO, UGT, Aspem y Ale, sindicatos con representación en BBK.

En una reunión para trasladarles información sobre la adjudicación de la entidad cordobesa y sobre cómo se desarrollará la operación, a través de la creación de un banco, Fernández indicó que esta operación supone una «oportunidad de crecimiento» para la caja vizcaína, y que no espera que sea la última, porque,«aunque ahora no hay ninguna operación en estudio, la BBK estará pendiente de futuras oportunidades de negocio». Respecto a la fusión con las cajas vascas, reiteró la misma postura que antes de iniciarse todo el proceso.

Además, Fernández espera que Caja Sur sea rentable en un plazo de dos años.

Mantener empleo y sede

Por su parte, ELA reclamó que se asegure el mantenimiento de la sede social de la caja vizcaina en Bilbo e insistió en la idea de una entidad «de carácter social, al servicio de la ciudadanía y alejada de orientaciones neoliberales caducas, con un modelo de gestión transparente».

Defendió que en esta operación deben cumplirse requisitos como el mantenimiento del empleo, las condiciones laborales y el poder de control en la sociedad vizcaína.

Tras reiterar que no dará su apoyo a operación alguna que suponga «cualquier debilitamiento de las condiciones laborales de los trabajadores de BBK», insistió en la necesidad de centrar la negociación colectiva en el ámbito de Euskal Herria

El portavoz de ELA en la reunión, Fernando Armentia, aseguró que el presidente de BBK garantizó el mantenimiento del empleo de la caja vizcaína en Andalucía, donde cuentan con 31 sucursales y alrededor de medio centenar de trabajadores.

Todas esas oficinas de BBK de Andalucía pasarán a formar parte de Banco Caja Sur, y su plantilla pasará a este nuevo banco en comisión de servicio, manteniendo los derechos y condiciones laborales actuales, aunque dejarán de vincularse a las mejoras que a partir de ahora consigan sus compañeros de BBK.

Según la misma fuentes, todas las oficinas de Caja Sur de fuera de Andalucía pasarán a integrarse en la red de BBK, pero la plantilla se mantendrá como trabajadores del nuevo banco. CCOO planteará que pase a formar parte de la BBK y que se homologuen sus condiciones laborales. También exigirá que no haya ningún movimiento de personal en BBK hasta que no se firme un acuerdo laboral que lo regule y que las medidas de reajuste que se puedan tomar, «no sean de carácter traumático».

Ajuste de plantilla en Caja Sur

El ajuste en la plantilla de Caja Sur puede afectar a más de 1.200 personas y más de un centenar de oficinas. Fernández aseguró que la plantilla de Caja Sur está «sobredimensionada» y rechazó la opción de de prejubilaciones. Según CCOO, se prevé acometer una reducción en dos fases si bien aún no se ha cuantificado. Entre setiembre y octubre BBK espera obtener todas las autorizaciones necesarias (Banco de España, Comisión Nacional de la Competencia, Comisión Europea y Asamblea de Caja Sur) y terminar el proceso antes de fin de año.

«Dificulta pero no impide»

Por su parte, el lehendakari, Patxi López, afirmó que la operación es «positiva» porque en el mundo financiero, «el tamaño si importa» y, con esta operación, BBK se consolida «como una de las cajas más importantes del conjunto del país».

Sobre la hipotética fusión de las cajas de la CAV, López opinó que «añade alguna dificultad porque «se desequilibran los tamaños» pero no la impide.

Por otro lado, el Banco de España ha abierto expediente informativo a los últimos consejos de administración de Caja Sur por incurrir, entre otros aspectos, en una excesiva concentración de riesgos y oponerse a la fusión con Unicaja, que derivó en la intervención del organismo regulador.