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El «Lohengrin» de Neuenfels abre el templo de Bayreuth a los novatos

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Gemma Casadevall-Efe | BERLÍN

El Festival de Opera de Bayreuth abrirá mañana su temporada con el «Lohengrin» de Hans Neuenfels, una escenificación con un buen número de debutantes en nómina, con la que el templo wagneriano por excelencia buscará el equilibrio entre la renovación y el culto irrenunciable a Richard Wagner.

Neuenfels, de 69 años y etiquetado de talento irreverente entre los directores teatrales alemanes, debutará en el festival sobre la Verde Colina, fundado en 1876 por Wagner, con un dúo protagonista nuevo en la casa -Jonas Kaufmann y Annette Dasch- al frente de la que fue una de las óperas favoritas de su compositor. El debut de Dasch como Elsa a punto estuvo de irse al traste por una inoportuna lesión en el ensayo general -le cayó un accesorio del atrezzo en la cabeza-; sin embargo, el festival confía en contar con ella, puesto que todo quedó en un susto.

Dasch, de 34 años, y Kaufmann, de 40, formarán uno de los dúos de voces más jóvenes que se recuerdan en Bayreuth para una pieza de ese calibre, bajo la batuta, además, de Andris Nelsons, de 31 años y asimismo debutante en el elitista certamen bávaro. Tienen la expectación asegurada, para un festival que presume de tener las listas de espera más largas del circuito europeo -entre cinco y diez años, para estrenos como este- y cuya apertura de temporada va inevitablemente acompañada por la presencia de la plana mayor de la política alemana.

Con ellos se mezclarán wagnerianos de todo el mundo, más personajes de la farándula local y aficionados que sí habrán guardado los prescriptivos cinco a diez años de espera. La fórmula es la misma de todos los años, desde tiempos fundacionales: Wagner y sólo Wagner, con un repertorio limitado a siete óperas.

Esta temporada tendrá sin embargo un tono especial, tras la muerte de quien durante más de medio siglo fue director y alma del festival, Wolfgang Wagner. El patriarca murió el pasado marzo, a los 90 años, en su casa de Bayreuth. Ahora le sustituyen sus hijas.

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