JUICIO CONTRA UDALBILTZA
La acusación queda en evidencia por su escasa preparación del juicio
Tampoco los testigos que la acusación había llamado a declarar para la sesión de ayer fueron capaces de recordar con certeza detalles de la operación. Así que la acusación popular recurrió a hechos que constan en los atestados para obtener las respuestas que deseaba.
Janire ARRONDO | MADRID
Los ocho policías, testigos de la acusación, que dieron su testimonio ayer ante el tribunal que dirige el proceso contra Udalbiltza siguieron las mismas pautas de sus compañeros que testificaron el jueves. La mayoría no recordaba los detalles de la operación, y hubo quien se olvidó de hechos más relevantes, como no saber con certeza en qué detenciones o registros había participado. «No me acuerdo, pero si pone en el atestado así será», fue la frase que más veces pronunciaron los policías.
Pasadas las diez de la mañana una de las secretarias del juzgado llamaba uno a uno a los encausados para que accedieran a la sala; también llamó a Xabier Alegria, sin darse cuenta de que éste ya se encontraba dentro custodiado por dos policías. De esta forma comenzó la cuarta y la última sesión del juicio hasta setiembre, que se desarrolló en menos de una hora. Seis de los testigos de la acusación citados para el día y dos de los que el jueves no comparecieron prestaron declaración; habían participado tanto en los registros de las sedes de la institución nacional de Iruñea y de Astigarraga como en las detenciones de Lander Etxebarria, Eider Casanova, Karmele Urbistondo y Oskar Goñi, así como en los registros de sus viviendas.
Todos se acuerdan del «Zutabe»
El fisal Juan Moral preguntó a sus testigos sobre cómo eran las sedes o viviendas que registraron, cómo decidían qué documentos eran de interés para la investigación o cómo las recogían; pocas preguntas arrojaban pruebas de la supuesta relación que tiene para la acusación Udalbiltza con ETA. Las respuestas eran casi siempre parecidas, porque los agentes afirmaban no recordarlo. Incluso el fiscal ya comenzaba sus preguntas con un «¿no recordará...?».
Lo que sí tenían muy presente los cuatro policías que participaron en el registro de la vivienda de la imputada urnietarra Karmele Urbistondo era que en el domicilio de ésta habían aprehendido un «Zutabe». Ella misma había declarado la semana pasada que dicha revista se encontraba en su domilicio, en la sala de estar, y que pertenecía a su compañera de piso.
Así que el fiscal trató de demostrar que Urbistondo vivía sola para atribuirle la pertenencia del «Zutabe». Uno de los agentes afirmó tajante que allí no vivía nadie más, «porque aquella noche estaba sola», decía. Pero, los otros tres no lo tenían tan claro. Uno de ellos, ante las preguntas del abogado de la defensa, Kepa Manzisidor, admitió que no se fijaron si en el sengundo dormitorio de la vivienda había signos de que habitara alguien. Lo que sí dijo recordar fue que había «una cama y ropa». «No sé más porque no había objetos de interés para la investigación», relató.
También secretario policial
Siguiendo con el olvido que aparentaban los policías sobre la operación, la defensa dejó en evidencia a uno de ellos. Un testigo admitió su participación en el registro de la sede de Astigarraga y en el de la vivienda de Urbistondo. Al ser preguntado por Jone Goirizelaia sobre su participación en otras diligencias, el policía respondió que no lo recordaba. La defensa le refrescó la memoria mostrándole su firma, en calidad de secretario policial, estampada en las actas de las declaraciones de los encausados Eider Casanova, Txema Jurado, Lander Etxebarria y Oskar Goñi.
Tras la sesión de ayer, el juicio continuará en setimbre. En un principio fijaron la fecha en la primera semana del mes; aun así, ayer, el juez Gómez Bermúdez indicó que retomará el juicio el día 13 con la exposición de las pruebas testificales de la acusación.
Después de las primeras cuatro sesiones, el juicio contra Udalbiltza se retomará el 13 de setiembre. La fecha fijada para finalizar el juicio también se retrasa, concretamente hasta el 1 de octubre. Los policías que no se personaron al tribunal el jueves han retrasado el proceso.
Al finalizar la sesión, la imputada Maribi Ugarteburu se mostró descontenta con la forma en que habían transcurrido los hechos. «Han pasado 7 años, por lo que la acusación ha tenido tiempo de sobra para preparar el juicio. Ha sido una chapuza», decía. Ugarteburu manifestó que la acusación no ha trabajado «nada» para demostrar con pruebas su tesis que relaciona a Udalbiltza con ETA, pero por otra parte, para la encausada, su petición de cárcel para los imputados es «desorbitada».
En cuanto al proceso, la ex alcaldesa de Amoroto se quejó de que han tenido que hablar ante el tribunal sobre iniciativas políticas y sobre trabajos administrativos que en su día se hicieron públicos a través de diversos medios. Por lo tanto, denunció que el Estado español «juzga la política, y, en este caso, también el trabajo administrativo, por la vía penal. Esto no es justo en Europa ni en el siglo XXI». Reconoció que durante estas cuatro sesiones del juicio han comprobado lo que ya tenían en mente de antemano, «que este proceso viene cargado de contradicciones y que nunca debía haber comenzado». Recordó la manifestación del sábado y subrayó que fue un abanico de diferentes colores políticos.
«Volvemos a casa con fuerzas y en setiembre volveremos igual», afirmó la portavoz. J.A.