La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, afirmó ayer que «la UE es la que va a decidir sobre el futuro de Kosovo». Preguntada en rueda de prensa por el dictamen de la Corte Internacional de Justicia de La Haya avalando la independencia de Kosovo, Ashton dijo que tanto el porvenir de Pristina como el de Belgrado «pasan por Bruselas». Agregó que la UE «debe mantener un diálogo fluido con ambas partes» y expresó su deseo de que «se sienten en la mesa de negociaciones» próximamente. Por otro lado, la alta representante quiso aclarar que la UE no planea acelerar las negociaciones para la adhesión de Serbia, como habían recogido algunos medios austríacos. Pese a las posturas discrepantes de los Veintisiete respecto al reconocimiento de Kosovo (Estado español, Grecia, Eslovaquia, Rumanía y Chipre no reconocen su independencia), Ashton emitió un dictamen consensuado por los Veintisiete tras el dictamen de La Haya, pero eludió manifestarse sobre la negativa española. Tal y como informábamos ayer en estas páginas, el ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, hizo el lunes una curiosa interpretación de la misma, declarando que «España contribuye a la estabilidad de los Balcanes occidentales y a la perspectiva europea de toda la región al no reconocer la independencia de Kosovo». Moratinos reiteró ayer que nadie ha pedido a Madrid que cambie de actitud.