Las secciones sindicales de ELA en BBK, Kutxa, Vital y CAN denunciaron ayer que la nueva ley de cajas en vez de reorientar las Cajas de Ahorro «a crear riqueza y bienestar para la población en su zona de influencia y sobre todo impulsar su Obra Social» prima «el beneficio del ejercicio, la posición en el ranking o en las estadísticas». Así se pronunciaron las secciones, ayer, en una nota de prensa donde valoraron la nueva ley y el proceso de reestructuración del sector. Asimismo, afirmaron que las cajas deben «apostar por los clientes».

En este sentido, ELA rechazó que mientras la nueva ley en su explicación y justificación inicial recoge afirmaciones tales como que las cajas de ahorros «cumplen con una función esencial dentro de nuestro sistema financiero y de nuestro entramado social», que «han actuado en beneficio del interés general a través del cumplimiento de su función social» y que «tienden a su consolidación como entidades financieras de marcado carácter social», en el desarrollo de la misma, se posibilita «la privatización de éstas de varias formas».

Por una parte, denunció que la ley mantiene el «negocio financiero» de las cajas a través de un Banco en el que deberán poseer más del 50% de sus acciones. «No obstante, y para ayudar a aliviar el contenido de dicho cambio se autoriza a seguir denominando a ese banco con el nombre de Caja para así mantener el recuerdo de sus clientes», censuró.

Por otra parte, criticó que se les permite desaparecer directamente, «pasando el negocio a un banco, y con los rendimientos de las acciones de éste consolidar una fundación con la que seguir `aplicando' su Obra Social».

Por todo ello, ELA mantuvo que cualquier opción que se elija por los representantes y los gestores de las cajas debe asegurar la no «bancarización» y/o privatización. «Lo que hace unas fechas se rechazaba, ahora se pretende que sea una realidad y eso nos preocupa», dijo.

Una entidad única

Asimismo, señaló que «el origen de nuestras entidades está en Euskal Herria» y recordó que el compromiso era «dar servicio a nuestro pueblo y a través de él generar riqueza para todo el país». Por lo que defendió que las cajas «sean gobernadas y sus intereses dirigidos desde Euskal Herria, bien sea cada caja por su lado, o fusionadas». No obstante, matizó que «desde ELA seguimos apostando por una entidad única, de carácter social, al servicio de la ciudadanía y alejada de orientaciones neoliberales, con un modelo de gestión trasparente y que apueste por el desarrollo y bienestar de los ciudadanos del país».

Para todo ello, las cuatro secciones sindicales exigieron el ámbito de negociación vasco a la vez que afirmaron que no apoyarán ninguna operación que suponga la rebaja en las condiciones laborales de los trabajadores de las entidades actuales de Euskal Herria.