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Campeonatos de Europa

Farah domina un 10.000 con doblete británico y descalabro final

La prueba más larga del estadio da paso a la más corta, los 100 metros con el duelo en blanco y negro entre Lemaitre y Chambers.

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Miren SÁENZ

Los 10.000 metros, la prueba que cerró la jornada inaugural, llevan el sello británico aunque se festejaran con dos banderas. De ello se encargó Mo Farah, un africano de 29 años, instalado en Inglaterra desde los 10. Lo celebró con una bandera británica, en la que figuraba la inscripción «Fry Mo», cosida a la de Somalilandia, «un país independiente de facto» ubicado al noroeste de Somalia, que según Wilkipedia no es reconocido internacionalmente pero posee gobierno, moneda y constitución propia.

Mo no solo voló, también habló, convenció y decidió el desenlace. Él era el favorito para la prueba más larga del estadio, pero pocos contaban con su compatriota Chris Thompson para la medalla de plata y menos con Daniele Meucci, un italiano, para el bronce.

Anochecía en Barcelona cuando 26 fondistas se eternizaban en los primeros compases. En el ecuador del 10.000 se animó la cosa, cuando los aspirantes asomaron la cabeza. Tiraba Thompson con sus zapatillas naranjas, compinchado con Farah, y este viajaba cómodo perseguido por Ayad Lamdassem, un español de origen marroquí, que no le quitaba ojo y soñaba con una medalla. Farah atacó y Lamdassem fue su sombra, hasta que el campeón, a falta de tres vueltas, le convenció para que tirara.

«Ahí fue donde me equivoqué, cometí el error de tirar en ese momento porque pensaba que así al menos me aseguraría la plata», dijo hundido después de ser sobrepasado por el inglés, pero también por el italiano.

El doblete británico fue el segundo de la primera jornada. El otro lo protagonizaron en lanzamiento de peso las bielorrusas Ostapchuk, la única finalista por encima de los 20 metros (20.48), y Natallia Mikhnevich.

Marcha joven y rusa

Antes, Stanislav Emelyanov ganó el primer oro del certamen en los 20 kilómetros marcha inagurales. A las 8.05 de la mañana, partía junto a otros 26 participantes desde el Paseo Picasso dispuesto a comerse el mundo. Les esperaban veinte vueltas a un circuito de un kilómetro, en el centro de la ciudad, y sin pasar por el estadio. Para entonces el termómetro ya señalaba 23 grados, con una humedad del 66 por ciento. El campeón y plusmarquista mundial junior de 10 kilómetros (2008), otro producto de la competitiva escuela rusa con los mejores resultados desde niño, demostró coraje para merendarse a todos los favoritos.

Sus 19 años ejercieron de acicate ante la experiencia de adversarios con muchas millas en sus zapatillas y visitas a los podios de prestigio. Emelyanov hizo olvidar incluso a su compatriota Valery Borchin, cuya condición de campeón olímpico y mundial en los dos últimos años le otorgaba el legítimo favoritismo que no pudo ejercer al caerse la víspera del equipo.

Fue a por Alex Schwazer, cuando el italiano se escapó a las primeras de cambio y, pese a que realizó más de la mitad de la prueba con un aviso, terminó por desplazar a la plata al campeón olímpico de 50 kilómetros en Beijing. El hombre que aterrizó en Barcelona como líder de la temporada fue el mejor parado de la combativa selección transalpina encarnada por Rubino, quinto pese a su técnica prodigiosa, y Brugnetti, oro en Atenas'2004 que dijo adiós en el kilómetro 11. Hubo otro abandono y dos descalificaciones.

Schwazer tiene otra oportunidad en tierras catalanas. El viernes protagonizará el doblete de la marcha y será uno de los rivales de Mikel Odriozola.

Los otros 100 metros

El plato fuerte de la jornada estará hoy en los 100 metros. Las finales europeas del hectómetro no tienen demasiado que ver con las protagonizadas por jamaicanos y estadounidenses, propietarios desde siempre de los mejores registros en esa prueba mágica. Esta vez algunas circunstancias se han encargado de darle cierto realce. En los prolegómenos van a coincidir como semifinalistas Lemaitre, el primer blanco en bajar de los 10 segundos en una carrera aún fresca por su repercusión y su cercanía, hace 19 días. Ayer registró el mejor tiempo de todos los clasificados (10.19).

A continuación se sitúa Chambers, su gran adversario. El que fuera campeón continental en Múnich'2002, desposeído por dopaje también de su plusmarca continental, se impuso en la primera serie con 10.21, Obikwelu, el defensor del título, reapareció con el quinto mejor registro (10.27). Mark Lewis-Francis también puede animar la tarde como en los viejos tiempos (10.23). Merece mención especial Jason Smyth (10.43). Aquejado de la enfermedad de Stargardt que le produce una ceguera parcial, el irlandés que se codea con Tyson Gay, es ya el primer paralímpico que compite en los Europeos. Ahora, el objetivo son los Juegos Olímpicos'2012.

Naroa Agirre, hoy en la calificación de pértiga

La donostiarra, habitual en las competiciones internacionales desde hace ocho años, no lleva una buena temporada y tampoco se ha acercado a sus marcas. Consciente de lo caro que está en este momento para ella su acceso a la final del viernes, pretende disfrutar.

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