Tenemos un familiar en la Residencia de Leioa y hemos denunciado tanto verbalmente como por escrito la situación que se está viviendo en estos momentos.

Cuando ingresó se nos informó de los servicios asistenciales y del plan individualizado que se iba a ofrecer «a bombo y platillo». Nada más lejos de la realidad: recortes, mala organización y, lo peor de todo, falta de personal de atención directa.

Es imposible dar la calidad que pregonan sin personal de enfermería. Es imposible que nuestro familiar tenga una atención mínima sin personal. ¿Para qué pregonan lo que no es verdad?

Queremos resaltar la calidad humana y profesional del personal que allí trabaja, desde el de servicios hasta el de enfermería, porque también ellos son víctimas de las «palabras-promesas» de gestores y direcciones políticas.

Es una auténtica vergüenza lo que está ocurriendo en esta residencia pública, y todo por una mala gestión que sólo contribuye al deterioro asistencial de nuestros familiares, y a la impotencia y desgaste profesional de la plantilla de trabajadores.

Indecencia institucional.